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Cómo actuar frente a una demanda laboral en tu empresa

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6 minutos de lectura
demanda laboral ejemplos

Una demanda laboral puede surgir por una diversa gama de motivaciones. Desacuerdos salariales, incumplimientos contractuales, pago de horas extras, despidos o incluso mobbing laboral.

Aunque pueda parecer un escenario aterrador, lo cierto es que la gran mayoría de las empresas se encontrarán en algún momento de su trayectoria, de cara a un inconveniente judicial. Este puede ser producto de un error, algún mal entendido o una impericia.

Sobre todo en el contexto actual de alta volatilidad social y en medio de la crisis del Covid-19, el surgimiento de la avalancha de ERTEs a lo largo y ancho del país (con todo lo que ello implica) se avizora como una pronta tormenta en el horizonte.

Qué es una demanda laboral 

A grandes rasgos podemos definir una demanda laboral como un instrumento judicial mediante el cual una persona puede hacer responsable a otra por algún tipo de daño a su patrimonio.

En caso de que la demanda resulte favorable para la parte que realiza una denuncia, se le otorga una compensación monetaria por el perjuicio al que ha sido sometido. Ya sea que esto sea hecho con o sin intención (es decir por acción o inacción).

Es por este motivo que las demandas y, más específicamente aquellas que atañen a lo laboral, pueden darse por una disputa contractual, lesiones sufridas en un accidente laboral o enfermedad profesional, entre otros daños o disputas. Al menos así lo disponen las leyes laborales.

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Cómo prevenir una demanda laboral

Por una cuestión de sentido común, es fácil inferir que la mejor manera de evitar una demanda laboral es cumpliendo con las condiciones que exige la ley. Y, por supuesto, esto absolutamente cierto.

Sin embargo, para lograr que esto suceda efectivamente, es vital contar con un departamento de recursos humanos que pueda desarrollar estrategias de implementación de ciertas medidas, que sirvan para facilitar que la empresa se mantenga siempre dentro del marco que establece la legislación actual. Y para eso es de vital importancia:

  • Contar con servicios de asesoría laboral.
    Independientemente del tamaño de tu organización y ya sea una asesoría laboral propia o externa, toda compañía que se precie de serlo debe contar obligadamente con expertos en leyes que faciliten todas las gestiones necesarias para la vida saludable de un negocio.
    Desde la gestión del proceso de contratación, hasta la supervisión de pagos e incidencias en nóminas, pasando por las bajas médicas y el control horario. En mayor o menor medida todos los aspectos de una empresa deben ser monitoreados para evitar inconvenientes.
  • Respalda toda tu documentación.
    Esto significa, por ejemplo, registrar los ingresos y egresos a la oficina, o inclusive día y hora de firma de acuerdos, o los temas que se trataron en una reunión.
    Toda la comunicación interna se puede y debe ser registrada mediante un sistema de gestión documental. Esto no solamente agiliza procesos internos sino que además, sirve como respaldo para resolver potenciales problemas legales.
  • Desarrolla robustas políticas de empresa.
    Todos aquellos procedimientos, normas, exigencias y metodologías de trabajo que hagan a la vida de los trabajadores en la empresa, deben ser volcadas por escrito y comunicadas debidamente.
    Para esto es una buena idea proporcionar un manual de trabajo o un manual del empleado durante el onboarding, no solo para facilitar el proceso de inducción sino para garantizar la productividad y evitar inconvenientes.
  • Sé ético en tu accionar.
    Por más que parezca una obviedad, siempre vale la pena recordarlo. Como agentes de cambio social, las empresas juegan un rol vital en sus comunidades y en las vidas de sus empleados. Y por este motivo jamás se debe perder de vista que poner en riesgo la integridad física, emocional o psicológica de las personas, jamás debe ser una opción con el afán de alcanzar objetivos de negocio. Las personas son la mayor ventaja competitiva y el corazón de las organizaciones.

Demanda laboral: estas son las más comunes

Aunque existe una multiplicidad de motivaciones y razones que pueden llevar a un trabajador o ex trabajador a interponer una demanda laboral, lo más usual con lo que se enfrentan las empresas día a día puede resumirse en:

Despido injustificado

Este tipo de demandas aparecen cuando no se logra un acuerdo en una instancia previa de conciliación entre quien realiza el reclamo y el empleador. El objetivo del reclamo es lograr que la decisión de despido sea impugnada, sin embargo pueden darse tres resultados en este tipo de procedimientos.

El empleador puede sostener su decisión luego de justificar las motivaciones para la terminación del vínculo laboral. El empleado puede ser reincorporado al puesto de trabajo o indemnizado, o en todo caso el despido se puede considerar nulo.

Incumplimiento salarial

Surge cuando se registra un incumplimiento en términos contractuales por el cual el trabajador se ve perjudicado en su retribución mensual. Por este motivo el empleado inicia una serie de reclamos valiéndose de documentación que acredite la falta por parte del empleador en la forma de una demanda laboral.

Llegada esa instancia, el empleador podrá abonar las cantidades reclamadas, oponerse al pago de la suma de dinero siempre justificando las motivaciones legales pertinentes u oponerse al pago parcial de los haberes adeudados.

Accidente laboral

Los accidentes laborales son aquellos que, naturalmente, suceden dentro del ámbito de trabajo de un empleado y que además, no pueden ser su responsabilidad en un 100%. Esto debido a que el siniestro debe desprenderse de sus condiciones de trabajo.

Una demanda laboral por accidente tiene como fin hacer efectiva la indemnización correspondiente al trabajador que se estipula por ley dentro del Estatuto de los Trabajadores, la cual dependerá de lo que establezca el convenio colectivo y su aseguradora.

Acoso laboral

Es una de las demandas más difíciles de probar pero no por eso, poco común. También conocido como “mobbing” el acoso laboral es un fenómeno por el cual uno o más trabajadores son objeto de actitudes que perjudican su integridad emocional y psicológica.

Una demanda de acoso laboral buscará, por lo general, un resarcimiento económico por daños y perjuicios por parte de un trabajador, debido a la incapacidad del empleador de salvaguardar su integridad y terminar con este inconveniente luego de varios reclamos por diferentes vías.

Cómo ganar una demanda laboral

Naturalmente, no existen recetas mágicas para ganar una contienda judicial ya que los pronósticos positivos (o negativos) dependerán siempre de las condiciones particulares de cada demanda y del estado en el que se encuentre el empleador llegado el momento.

A pesar de esto, sí es posible disminuir los daños que pueda absorber una compañía que se encuentre en este tipo de situación adversa. Esto siempre teniendo en cuenta que, independientemente de los resultados (ya sea que se gane o pierda) enfrentar una demanda laboral siempre implica grandes costos ya que operativamente, exigen de mucho tiempo en diligencias varias.

Es fundamental siempre, como lo mencionamos anteriormente, evitar llegar a la instancia de que si quiera exista una demanda laboral. Para eso es clave mantener una sana comunicación con la plantilla, hacer monitoreos acerca de su estado de ánimo y satisfacción labora, y detectar posibles fuentes de conflicto de todo tipo.

En el mismo sentido, es una buena idea fortalecer los vínculos interpersonales entre supervisores y jefes y desarrollar políticas de “espacio seguro” que sirvan para resguardar y prevenir situaciones que pueden volverse conflictivas a futuro.

Si nada de esto funcionara y desde el área de rrhh nos encontraremos con quejas (sobre todo si son reiteradas) debemos tomar cartas en el asunto en forma urgente. Evitar que los problemas se conviertan en auténticos torbellinos legales a tiempo y como siempre, dejar todo registrado y documentado.

Por último y no por eso menos importante, ante la duda debemos siempre consultar con un abogado cuando avizoramos que mayores inconvenientes puedan darse en un futuro próximo.

Pruebas para ganar una demanda o juicio laboral

Se las conoce como pruebas documentales y básicamente, son todos los registros de comunicaciones que se dieron entra las partes involucradas y que hacen a la relación o causa sobre la cual se está reclamando.

Algunas de las pruebas que pueden utilizarse para ganar un juicio laboral son:

  • Grabaciones de audio.
  • Grabaciones de vídeo.
  • Registro de comunicaciones en cualquier soporte.
  • Documentación laboral.

Encontrarse con una demanda laboral o un posible juicio es sin dudas todo un desafío para cualquier organización independientemente de su tamaño. Afortunadamente existen múltiples mecanismos que contribuyen no solo al esclarecimiento favorable de este tipo de eventos sino, a prevenirlos en su debido tiempo.

 

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