Qué es el plan de tesorería: cómo hacerlo y para qué sirve

El camino al crecimiento empresarial de un negocio o proyecto no es fácil de conseguir. Una empresa puede ser muy rentable y generar beneficios económicos grandes cada mes. Y aun así no tener dinero para pagar a fin de mes los salarios de sus trabajadores. ¿Sabes el porqué?

El motivo principal es no tener un control apropiado del flujo de dinero en la empresa. No solo es importante generar ingresos sino que también será importante que las empresas cumplan con sus obligaciones de pago y que estos no excedan los ingresos.

Para ello, un plan de tesorería es determinante para poder controlar la actividad económica de una empresa eficientemente. Además, ayuda a conocer las partes donde la inversión está funcionando, y aquellas en las que no se ve el retorno esperado. En este artículo, te detallamos cómo realizar un plan de tesorería y los beneficios que trae consigo.

Antes de empezar, ¡tener en cuenta estos conceptos!

Los cobros y pagos en un plan de tesorería 

En cuanto al plan de tesorería, los ingresos y gastos los calificamos como cobros y pagos financieros. Un ingreso se genera cuando se produce la venta de un bien o servicio lo que da origen a un derecho a cobro. Mientras que el cobro es la cantidad de dinero que ingresa automáticamente por el motivo que sea. 

Por ejemplo, no sería de extrañar que por un trabajo que se haya realizado, un cliente pueda pagarnos eventualmente en varios meses. Así pues, el dinero que recibimos en el primer momento de la negociación es el cobro. Por otro lado, se considera ingreso al monto total de la venta del bien o servicio que se pacta en la negociación.

Lo mismo ocurre con los pagos, ya que si bien un gasto se genera por la compra de un bien o servicios que se utiliza en el momento puede producir una obligación de pago de varios meses, ya que la obligatoriedad no es inmediata. Sin embargo, un pago sucede en el momento en que se da una salida de dinero.

¿En qué consiste la tesorería y contabilidad?

No hay que confundir ambos términos, aunque se asemejen en el sector en que se mueven. Por una parte, la tesorería nos muestra el dinero con el que dispone una empresa en un período en concreto. La contabilidad es la gestión y organización de toda la actividad económica de una empresa, yendo desde ingresos hasta el patrimonio.

Podemos decir que, en un plan de tesorería hablamos de cobros y pagos porque se quiere reflejar el flujo de dinero y no enfocarse en la rentabilidad de la empresa, que va más ligada a los ingresos y gastos.

¿Qué es un plan de tesorería?

Un plan de tesorería sirve para controlar los cobros y pagos de una empresa a través de las previsiones. Permite conocer las necesidades que un entidad puede llegar a tener tanto a corto como a largo plazo.

También conocido como presupuesto de tesorería, el documento nos permite estar al tanto de por dónde sale y en dónde se invierten los recursos económicos de nuestra empresa o equipo.

¿Para qué sirve un plan de tesorería?

A grandes rasgos, un plan de tesorería nos permite tener una visión global del estado económico de una empresa. A través de él, podremos prever el comportamiento financiero para el mes siguiente o, incluso, para cuatrimestres o todo el año.

Este análisis se construye a través de los cobros previstos, así como de los pagos, ya sean en materia de recursos materiales o en el salario de nuestros empleados. Esto nos permitirá conocer y prepararnos ante puntos críticos que nos podamos encontrar al inicio del mes.

Por lo tanto, y por muy obvio que parezca, conseguir que haya el tiempo suficiente entre cobros y pagos, marcará un antes y después en el día a día y rendimiento de un proyecto.

Beneficios del plan de tesoreria

Hay varios aspectos que debemos tener en cuenta en Recursos Humanos. Sin embargo, existen otros que deben planificarse con previsión para evitar errores graves en la gestión del talento.

Conocer el estado de un proyecto

Ya seas el CEO de una empresa o startup o el responsable del equipo de talento, cuidar la salud financiera del proyecto es una obligatoriedad. Pero para ello, deberemos primero conocer su estructura interna y cómo funciona, es decir, ingresos más comunes, gastos fijos, fuentes de financiación, entre otros.

Anticiparse a pagos y posibles estrategias

De la misma manera que a la hora de buscar personal, fijamos nuestras necesidades y nuestros objetivos, lo mismo ocurre con el plan de tesorería. Este nos permite encontrar los futuros pagos a emitir, y prever la cantidad de dinero que tendremos que reservarle, de la misma manera que vemos la efectividad de una inversión en concreto.

Por otra parte, conocer la capacidad financiera de un proyecto nos permitirá ver si es viable implantar según qué otra estrategia, ya sea en términos de compras de material, objetivos a conseguir o contratación de personal.

Encontrar nuevas vías de inversión y financiamiento

Organizar la actividad financiera de una empresa, hará que sus movimientos sean más atractivos de cara a bancos o nuevos inversores. De todos modos, cualquier método de financiación al que queramos optar nos requerirá un informe de salud y actividad financiera de la empresa, así que siempre es mejor disponer de un documento que organice toda esta información.

Como hacer un plan de tesorería

La elaboración de un plan de tesorería es una tarea fundamental en la gestión financiera de cualquier empresa. Te explicamos los pasos para crear un plan de tesorería efectivo:

Paso 1: Análisis de la situación financiera

Lo primero, es recopilar y evaluar los estados financieros existentes, como el balance general, el estado de resultados y el estado de flujos de efectivo. Con este paso ya realizado se puede comenzar a proyectar el flujo de efectivo futuro de una manera más precisa.

Paso 2: Definir el horizonte de proyección 

Por lo general, los planes de tesorería abarcan un horizonte de corto plazo, que puede ser de uno o dos años.

Según el tipo de empresa que tengamos, deberemos estimar el día en que se realizarán los plazos de pago y cobro habituales para lograr una proyección realista.

Paso 3: Detectar las fuentes de ingresos y hacer proyecciones

Este paso es vital para poder maniobrar con el margen adecuado. Es importante tener identificado todas las fuentes de ingresos de la empresa, como puede ser: los ingresos por ventas de productos o servicios, inversiones, préstamos, subvenciones, etc.

A su vez, necesitamos tener en cuenta las fechas de cobro según el tipo de empresa, producto y servicio que ofrezcamos, así como los métodos de pago disponibles (al contado, crédito, a plazos, entre otros). Si organizamos los pagos de clientes, podremos trabajar con previsión y el plan de tesorería nos ayudará a evitar conflictos o falta de recursos para trabajar.

Se recomienda utilizar herramientas como hojas de cálculo o software de tesorería para registrar todas las fuentes de ingresos y proyectar los valores que se esperan recibir en el futuro. Esto proporciona una visión clara de cuando se recibirán los flujos de efectivo y en que cantidades.

Paso 4: Incluir los gastos y salidas de efectivo

Tan importante como identificar las fuentes de ingresos es estimar los gastos y las salidas de efectivo. Esto incluye gastos operativos, como nóminas, alquiler, suministros, impuestos y cualquier otro desembolso recurrente. También se deben considerar los gastos no recurrentes, como inversiones en activos o pagos de deudas.

La metodología a aplicar es prácticamente la misma que para detectar los ingresos, ya que deberemos centrarnos en aquellos de naturaleza más recurrente, y organizar los pagos que podamos prever. Pero sin dejar de lado los gastos variables que pueden suscitarse de imprevisto como puede ser un accidente laboral o algún daño a la infraestructura de la empresa.

Paso 5: Proyectar los flujos de efectivo

Con la información recopilada en los pasos anteriores, se puede comenzar a proyectar los flujos de efectivo. Esto implica el registro de los ingresos y los gastos previstos en un período de tiempo específico. Al comparar los flujos de efectivo entrantes y salientes, se obtiene una imagen clara de la posición de tesorería de la empresa en el futuro.

Paso 6: Realizar un seguimiento y ajuste continuo

Una plan de tesorería no es estático, debe ser revisado y ajustado de manera regular. El seguimiento constante de los flujos de efectivo reales en comparación con las proyecciones es esencial para detectar desviaciones y tomar medidas correctivas cuando sea necesario.

Por ejemplo, renegociar las condiciones de pago con proveedores o reajustar la solicitud de préstamos a bancos. Esto nos permitirá evitar imprevistos, así como encontrarnos en una situación de no liquidez.

Si bien hay muchos aspectos de una empresa que afectarán a los resultados finales, el plan de tesorería nos permitirá garantizar la salud de su estructura interna. De esta manera, otros departamentos podrán centrarse en la realización de sus tareas.

Ejemplo de un plan de tesorería

En esta tabla se muestra un plan de tesorería para una empresa comercializadora de alimentos:

Plan de tesorería – Primer trimestre:

En este ejemplo, el plan de tesorería indica que la empresa enfrenta una liquidez de efectivo de 57.000€ al finalizar el período de proyección. Es decir, la empresa se encontrará en una situación financiera positiva si organiza sus cobros y pagos de acuerdo a las proyecciones.