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Estilos de liderazgo en empresas: características y ventajas

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20 minutos de lectura
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En la gestión de personas es primordial preparar una estrategia antes de comenzar a trabajar en un proyecto. Si bien repartimos tareas y recursos en base a habilidades y escenarios, también deberemos prepararnos para gestionar personas según su trabajo o comportamiento.

Los diferentes estilos de liderazgo que hay en las empresas nos permiten adaptar nuestra estrategia o dinámicas a utilizar según el tipo de equipo que tengamos. De esta manera, podremos optimizar procesos de Recursos Humanos y, sobre todo, mejorar el desempeño de nuestro equipo si primero lo estudiamos y preparamos la estrategia de liderazgo que mejor encaje en él.

Por lo tanto, a la hora de decidir estilos de liderazgo en empresas no hay mejor manera de prepáralos que adaptándolos al ambiente laboral en concreto. Así no utilizaremos una fórmula predeterminada, y evitamos caer en la creencia de que en la gestión de personas lo que funciona con un equipo funcionará con todos.

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Importancia de los estilos de liderazgo en empresa

En la gestión de talento no suele ser habitual encontrarse con recetas o fórmulas que sirvan para todos las empresas y equipos por igual. Si bien la posición de líder ofrece una serie de oportunidades, viene condicionada por una serie de factores que no dependen de la persona responsable.

De esta manera, la cultura de empresa, el tipo de empleados e, incluso, los objetivos a conseguir marcarán la diferencia entre estilos de liderazgo y otros. A partir de estas condiciones y este contexto, deberemos escoger y preparar nuestra estrategia de liderazgo.

Qué estilo de liderazgo escoger en nuestra empresa

El estilo liderazgo óptimo no será igual para todo. Cada profesional tiene su personalidad y experiencia, que influirá de una manera u otra en nuestra manera de trabajar.

Debemos dejar claro que la diversificación de líderes que existe no pretende dividirlos entre mejores y peores. Ninguno es superior a lo demás, pero si es importante saber que cada uno tiene sus diferentes consecuencias en equipos y trabajadores.

Es necesario recordar siempre este concepto, ya que influenciar en el comportamiento de una plantilla es intrínseco de la posición de líder y, por lo tanto, en el rendimiento de los trabajadores.

Estilos de liderazgos en empresas

Según el tipo de equipo y personal que tengamos, podremos escoger entre estilos de liderazgo para empresas y aplicar el que mejor convenga. Por otra parte, dependiendo de cómo nos relacionemos con nuestros empleados, la manera en la que centralicemos ciertos procesos o si delegamos o no muchas tareas, nuestro estilo de liderazgo variará.

Líder autoritario

Este tipo pertenece a aquellos líderes que tienen un dominio claro sobre sus trabajadores. En estas estrategias, el líder tiene una visión general de la situación de la empresa, por lo que centraliza la toma de decisiones.

Por otra parte, al conocer gran parte de los aspectos de un proyecto, es él o ella quien irá incluyendo a no a miembros del equipo en ciertos procesos. Eso sí, la imagen de un líder autoritario deberá ser totalmente impersonal y centrada en conseguir beneficios y objetivos.

Líder burocrático

Este estilo de liderazgo establece reglas y procedimientos. Los procesos de trabajo están definidos, y las decisiones se basan en pautas claras que los empleados y managers deben seguir.

Básicamente, este estilo de liderazgo defiende que, para llegar a los objetivos planeados, se deben realizar procesos y dinámicas de manera totalmente fiel a las normas y políticas corporativas.

Sin embargo, los líderes suelen recurrir a este estos estilos de liderazgo en empresa durante un cierto período de tiempo, ya que no presenta un interés en el bienestar laboral y motivación de los trabajadores.

Líder laissez-faire

En este estilo de liderazgo los empleados tienen un rango de acción muy amplio y se les delega las tareas y responsabilidades. Se permite a los miembros de un equipo participar en la toma de decisiones sin la aprobación necesaria de un supervisor.

La distribución de tareas también está en manos de los empleados, por lo que los supervisores solo intervienen en caso de que sucedan problemas graves. Los comentarios de los líderes de equipo suelen ser mínimos, sin embargo, el tiempo de adaptación hará que al principio el proyecto sea menos productivo.

Líder carismático

Algunas personas tienen una habilidad natural para inspirar y motivar a sus trabajadores. En su mayoría, los líderes carismáticos son modelos a seguir que pueden transmitir ideas y visiones de una manera convincente y persuasiva. Son líderes seguros y elocuentes.

Con este tipo de liderazgo, los empleados tienen más responsabilidad, por lo que trabajan de manera mucho más independientemente.

Liderazgo democrático

En este tipo de liderazgo, gerentes y empleados trabajan juntos. Esto significa que los subordinados participan en el proceso de toma de decisiones, pueden expresar ideas, y también críticas.

Dentro de este estilo, los líderes de equipo son los encargados de delegar áreas y, sobre todo, tienen la función de motivar a sus empleados. Aquí, la responsabilidad personal y el trabajo autosuficiente son bienvenidos.

Líder visionario

Suele aparecer cuando un proyecto necesita un cambio o bien una reorientación de sus objetivos o manera de trabajar. El perfil de este líder debe tener la confianza plena del equipo y de los encargados del proyecto, ya que pueden encontrarse diferentes ideas u opiniones diferentes a las suyas.

Esto podría entorpecer o ralentizar el proceso de producción, porque este estilo funciona gracias a la confianza ciega que se deposita en el responsable del proyecto. Los miembros de un equipo deben sentirse inspirados por el líder, en quien depositan su confianza en su formación y experiencia laboral.

Líder transformacional

Se considera a un líder como «transformacional» cuando su influencia sobre su entorno (ya sean colegas, subordinados o superiores), es lo suficientemente poderosa como para lograr un gran impacto en la forma en la que se ejecutan ciertos procesos. Esta influencia es siempre positiva y está ligada con la idea de «mejora continua». El liderazgo transformacional es vital en empresas y debe ser fomentado siempre que sea posible.

Ventajas y desventajas de los estilos de liderazgo en empresas

Al igual que cada estilo de liderazgo se adapta a un tipo de trabajador o equipo, conseguiremos uno u otros resultados según el que escojamos. Por lo tanto, nos encontraremos ante opciones que si bien fomenten el sentido de la responsabilidad, pueden aumentar el riesgo de perder el control ante algún imprevisto.

Por otra parte, también existen estilos de liderazgo que centralizan los poderes y la toma de decisiones, pero que no fomentan la creatividad o el sentido de pertenencia de los trabajadores. Todas estas decisiones, tendrán un impacto en aspectos como la tasa de rotación y el compromiso o el bienestar laboral de nuestros empleados.

  • Liderazgo burocrático

En las estrategias de liderazgo burocrático, solemos encontrarnos en situaciones donde las instrucciones de trabajo son claras y los procesos están regulados. Por lo tanto, habrá menor probabilidad de cometer errores o de tomar decisiones incorrectas, ya que estás se decidirán siempre en base a unas pautas ya fijadas.

Sin embargo, este tipo de liderazgo no suele dar espacio a cambios o nuevas ideas. De la misma manera que al contemplar tantos factores y condicionantes, la toma de decisiones se convierte en una dinámica de larga duración.

Esto puede llegar a producir casos de baja motivación laboral hacia empleados e, incluso, superiores al encontrarse con un sistema que presente trabas y sea tan sólido que no se pueda modificar ni concebir una idea de cambio o evolución.

  • Liderazgo laissez-faire

Las ventajas de liderazgo aissez-faire van desde fomentar la creatividad y la creación de nuevas ideas, hasta potenciar la motivación y rendimiento de los empleados. Sin embargo, al implantarla nos exponemos a situaciones en las que los trabajadores no podrían estar preparados para gestionar tanta responsabilidad.

Siguiendo esta línea, en caso de percance el riesgo de perder el control es mayor. Por otro lado, este tipo de liderazgo tampoco ayuda a mejorar la comunicación interna de la empresa, y tampoco agiliza procesos ya que los procedimientos son poco claros.

  • Líder carismático

En los diferentes estilos de liderazgo para empresas que hay el carismático presenta altos niveles de compromiso y de motivación. Este estilo fomenta en las empresas la fidelidad de los trabajadores, al permitir que se puedan sentir identificados con la cultura corporativa.

Sin embargo, este estilo de liderazgo dependerá totalmente de la persona, ya que surge cuando el líder es carismático por naturaleza.

  • Liderazgo democrático

La mayor ventaja de este estilo de liderazgo es que distribuye el poder de decisión de la empresa. De esta manera, releva a los líderes de equipo de ciertas tareas al repartirlas entre superiores y trabajadores. De esta manera, fomenta la creatividad, la motivación y el sentido de responsabilidad de los trabajadores.

Si bien suele tener buenos resultados en general, existe una mayor probabilidad de perder el control de la organización, así como un mayor sentimiento de competitividad entre los empleados. Este tipo de liderazgo se construye a partir de la confianza, por lo que puede haber casos donde la necesidad de impresionar se convierta en una fuente de conflictos entre compañeros.

  • Líder visionario

En este contexto, los trabajadores encuentran inspiración en la figura del líder. Los empleados tienen la motivación alta y sienten pertenencia al proyecto, al saber perfectamente las posiciones y roles que ocupan.

La estrategia del líder es global, por lo que no se muestra preocupado por contratiempos o problemas temporales. De esta misma manera, tienen la capacidad para prepararse antes situaciones extremas con planes de contingencia.

Sin embargo, este estilo de liderazgo depende demasiado de las relaciones personales entre superior y trabajador. De esta manera, solo funciona si se construyen con tiempo y si se cuenta con profesionales que estén dispuestos a recibir este tipo de liderazgo.

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Qué es el liderazgo inclusivo, definición

A menudo se habla de la importancia de la inclusión y diversidad en empresas, de terminar con los sesgos en el reclutamiento y de fomentar estrategias que beneficien la posibilidad de la inserción laboral rompiendo estereotipos de género, edad y/o religión (entre otros), implementando técnicas como el “currículum ciego”.

Pero estas ideas, aunque de gran ayuda, poco impacto pueden tener al interior de una empresa cuya cultura corporativa no está orientada a la inclusividad real. Y, como todo en Recursos Humanos, son nada más ni nada menos que las personas que la integran quienes hacen esto posible.

Por este motivo, podemos definir al liderazgo inclusivo como una característica esencial para garantizar que se respete, gestione, escuche y aplique el pensamiento diverso. Aquellas personas que ocupan fundamentalmente posiciones de toma de decisiones, deben saber cómo comunicarse e influir en sus equipos, de una manera que atraiga nuevas ideas y nuevas formas de hacer las cosas.

Características del liderazgo inclusivo

Existen en el mundo diferentes tipos de personas, diferentes tipos de trabajadores y empleadores así como distintas tipologías de liderazgo. Hemos hablado en este blog en ocasiones anteriores de temas como el liderazgo femenino o el liderazgo consciente.

Pero nunca como en este caso, la importancia de la correcta aplicación de una estrategia pro-inclusión, ha dependido tanto de quien se enfrenta a tal tarea. Es decir que, cuando hablamos de liderazgo inclusivo, obligadamente debemos mencionar las características personales que una persona debe tener (o debería desarrollar) para ser considerada/o un líder inclusivo.

Interés por las personas y relaciones sociales

El liderazgo inclusivo no puede ser transaccional en ningún caso. Los líderes que son considerados inclusivos, invierten tiempo en construir relaciones reales con los miembros de su equipo, compañeros y otros empleados.

Se preocupan en forma activa y legítima en saber qué les importa y qué necesitan para tener éxito. Saben que cada empleado es una persona completa que tiene más que ofrecer, que solo la tarea o el resultado que están entregando hoy.

La construcción de relaciones va más allá de la tolerancia, la acomodación o la mera conveniencia. Una persona con una impronta de liderazgo inclusivo, entiende la importancia de no solamente ver y tener registro de los empleados, sino de que sean comprendidos y apreciados en su totalidad.

Habilidades de comunicación

La comunicación incluye un amplio repertorio de habilidades. Entre las más importantes en contextos de crisis, hemos podido observar estos días como la transparencia, unida a la coherencia, es un requisito indispensable de los nuevos líderes.

Comunicar la realidad, incluso los errores que se han cometido, con un tono sincero, pondrá al líder en un lugar de mayor confianza. Se han de comunicar al equipo todas las noticias, buenas y malas, con claridad.

La comunicación efectiva es una habilidad que permite interacciones fluidas entre los miembros del equipo y el líder. Ante situaciones difíciles es normal que el ambiente esté más crispado; un líder que sabe comunicarse puede gestionar conflictos y encontrar puntos de vista comunes.

Reconocimiento de logros y objetivos

Sin proactividad no existe posibilidad alguna de inclusión. El liderazgo apoyado en la diversidad implica hacer un esfuerzo por reconocer a las personas por su trabajo y apoyarlos en su desarrollo y crecimiento.

Eso significa reconocer específica y personalmente las contribuciones únicas de los demás, de manera que motiven y eleven su sentido de realización personal. Esto puede lograrse con programas de reconocimiento laboral, o simplemente aplicando técnicas como el feedback o, mejor aun,  feedforward.

Auténtica empatía

Crear un espacio inclusivo requiere apreciar de dónde vienen los demás y lo que podrían estar experimentando en sus vidas, por fuera del aspecto profesional. Los líderes inclusivos son cálidos y alentadores en sus interacciones, adoptando la compasión para fomentar conexiones más profundas con los demás trabajadores.

Hacen un esfuerzo consciente por mantenerse al tanto de lo que le sucede a sus subordinados y pares y le dan especial importancia a la conciliación familiar-laboral. Además, los líderes que muestran empatía en los momentos de crisis caracterizados por el dolor y la confusión, aumentan el lazo entre los empleados y los vínculos con la organización.

La escucha activa, la adaptación de las condiciones laborales en la medida de lo posible a las necesidades del empleado y un feedback que reconozca el trabajo. Son consideradas actuaciones cercanas mediante las que el líder puede mostrar su empatía.

Estimulan la participación

La inclusión es una invitación que los y las mánagers realizan cada día. Una invitación a contemplar y dar espacio a la gran variedad de enfoques e ideas que pueden convivir, y ser tenidas en cuenta en forma de aportes y comentarios de todos aquellos quienes integren la plantilla.

El liderazgo inclusivo tiene, además, una especial mirada en terminar con los obstáculos que puedan impedir la participación, no solo en las reuniones, sino también en la forma en que se realiza el trabajo.

Por lo tanto, se centra en mantener cierta horizontalidad en el organigrama de la empresa, facilitando la comunicación fluida y directa entre pares, supervisores, gerentes, etc. Tomando así, algunas ideas de las estructuras organizacionales que practican la holocracia.

El estilo de liderazgo inclusivo en empresas

El principal concepto en la que se piensa cuando se debate acerca del liderazgo inclusivo en empresas y Recursos Humanos, naturalmente, es el reclutamiento. Y, aunque este es un pilar esencial, esta idea no se limita solamente a esto.

Liderar en inclusión implica no solamente realizar procesos de contratación objetivos centrados en, por ejemplo, evaluación por competencias o pruebas psicotécnicas, cumpliendo así con las leyes laborales que luchan contra la discriminación en el mundo laboral.

El liderazgo por la diversidad, engloba otras tantas cualidades de enorme importancia para cualquier empresa, el employer branding es una de ellas. Hoy en día sabemos que, sobre todo en el talento joven, trabajar por una paga interesante ya no lo es todo.

Los millennials y centennials son la generación con el mayor nivel educativo de la historia a nivel mundial y para 2025, se espera que integren el 75% de la fuerza laboral. Son además, personas con una fuerte mirada centrada en políticas y asuntos sociales y con un mayor interés en la participación de las “minorías” y sectores sociales de menor acceso, según sostiene un reporte de Gallup.

Las tasas de rotación son especialmente altas cuando hablamos de jóvenes profesionales y, en muchos casos, las políticas de gestión de la diversidad importan y mucho. Reforzar este aspecto puede garantizar un mejor vínculo empresa-empleado y, entre otras cosas, facilitar la movilidad interna, el inbound recruiting y conservar el talento.

En el mismo sentido y de acuerdo a un informe publicado por Glassdoor, más de 3 de cada 4 empleados y solicitantes de empleo (76%) informan que una fuerza laboral diversa es un factor importante al evaluar empresas y ofertas de trabajo.

Estadísticas similares se replican en otros sectores. Tanto así que aproximadamente 4 de cada 5 personas afrodescendientes (80%), hispanas (80%) e integrantes del colectivo LGBTIQ+ (79%), sopesan el grado de diversidad que sus futuros espacios de trabajo puedan garantizarles.

Casi la mitad de los solicitantes de empleo y empleados afrodescendientes (47%) e hispanos (49%) han renunciado a un trabajo después de presenciar o experimentar discriminación y/o acoso laboral. Una cifra significativamente más alta que las  de solicitantes de empleo y empleados caucásicos (38%).

Ventajas y beneficios del estilo de liderazgo inclusivo

Para poder tener un entendimiento acabado y completo del impacto real de la diversidad en empresas, es necesario ponernos en contexto. Cuando nos referimos a implementar estrategias que faciliten la inclusión, esto no se trata de simplemente contar con un staff multicultural, por ejemplo.

El liderazgo inclusivo solamente puede funcionar en empresas que estén inmersas en las verdaderas implicancias del cambio del paradigma socio-económico en el que estamos envueltos.

En la actualidad, debemos entender a la diversidad más allá de nuestra plantilla. Tanto los mercados, como los clientes, las ideas y herramientas de las que nos valemos día a día son diversas.

La diversidad de ideas obliga a practicar ejercicios de tolerancia y fomentar la participación de todos y todas quienes integren una empresa, con la idea final de dar lugar a la innovación.

Del mismo modo, comprender la complejidad del ecosistema de consumo es menester para poder desarrollar soluciones en productos y/o servicios para nuestros clientes o bien, formas de comunicar y conectar con ellos que sean asertivas y personalizadas.

Por otra parte y, según un estudio publicado por el Harvard Business Review, los equipos de trabajo con líderes inclusivos tienen un 17% más de probabilidades de reportar alto rendimiento, un 20% más de probabilidades considerar que toman decisiones de alta calidad y un 29% más de probabilidades ejecutar tareas en forma colaborativa.

En el mismo sentido, cuando las percepciones de inclusión y diversidad aumenta tan solo en un 10%, los indicadores clave como el de absentismo laboral, disminuyen en promedio en un día al año por trabajador contratado.

Cómo fomentar el estilo de liderazgo inclusivo en organizaciones

Sobre todo si la cultura actual de tu compañía es más de tipo tradicional, es lógico que al momento de plantear ideas para actualizar políticas en torno a la diversidad se presenten algunas dificultades. Por ese motivo listaremos a continuación, algunas ideas sencillas que puedes comenzar a implementar ahora mismo para asegurarte buenos resultados en tu misión.

Ejercita la inteligencia emocional

Puedes lograr esto con planes de formación enfocados o que al menos contemplen un apartado de habilidades blandas, con coachings o mentorías o más fácil aun, realizando ejercicios de escucha activa.

Y por escuchar nos referimos a conectar con tus empleados. Desde una plataforma de comunicación interna puedes realizar encuestas anónimas que te ayudarán a conocer hechos que estés pasando por alto o sentimientos que no están siendo tenidos en cuenta.

Escuchar activamente implica no solo empaparnos de una situación sino tomar cartas en el asunto para resolver problemas, evitarlos o reforzar aspectos positivos.

No le temas a la vulnerabilidad

Ni a la propia ni a la ajena. Mostrar un carácter férreo, un liderazgo tradicional de dominancia sobre los demás, puede llevarte lejos pero no mantenerte en paz y armonía con colegas y subordinados.

La vulnerabilidad implica además, tomar un rol proactivo en áreas donde podamos no tener la suficiente expertise y donde, por lo tanto, nuestra confianza personal pueda llegar a tambalear.

No tener miedo a pedir ayuda, opiniones y fomentar esto en otros, es esencial para crear un espacio de trabajo diverso y tolerante.

Optimiza tus recursos

Si te estás planteando liderar desde la inclusión, vas a necesitar pasar tiempo de calidad con empleados, colegas y superiores. Para esto, necesitas que tus tareas del día a día estén automatizadas para poder liberar todo to potencial en reforzar los lazos dentro de una organización.

Una buena idea es comenzar a digitalizar tus Recursos Humanos desde procesos como el control horario, fichaje o gestión de vacaciones y ausencias, que te permita poner toda tu atención en mantener y mejorar la “salud” de tu empresa.

Mantén una flexibilidad

Los nuevos líderes deberán adaptarse a diferentes situaciones, desde el trabajo en remoto hasta la reorganización de la empresa. En un entorno laboral tan cambiante, la flexibilidad permitirá a buen líder modificar los objetivos del equipo y analizar las nuevas situaciones como una oportunidad.

Un buen líder deberá planificar maniobras de contención ante las crisis y, aun con esta planificación, ser flexible con cada objetivo, cada proyecto y cada ritmo. Frente a la incertidumbre actual, una guía clara en la que, a veces, no nos comprometamos con plazos fijos será la mejor solución.

Manejo de la incertidumbre

Ante un horizonte tan imprevisible, la falta de tolerancia a lo desconocido conllevará un sinfín de preocupaciones. El miedo al futuro puede paralizarnos.

Un líder capaz de tolerar esta incertidumbre podrá construir unas prioridades en las que enfocarse que comparta junto a su equipo. Ser capaz de relativizar y mantener la calma será clave para encontrar soluciones.

Solo los líderes que posean un autoconocimiento profundo y una adecuada regulación emocional podrán enfrentarse y ganar ante este panorama. Un líder no debe saberlo todo, pero sí estar dispuesto a realizar un análisis permanente, lo que asegurará la supervivencia de la empresa en estos tiempos.

Liderazgo consciente, qué es

Para poder entender las implicancias y significado del concepto de “liderazgo consciente”, antes debemos lograr entender a qué remite la idea de “consciencia”. Esta puede ser comprendida como self-awareness o la capacidad de no solo de darnos cuenta sino también poder reflexionar acerca de nuestras acciones, roles y repercusiones de nuestras acciones.

Nuestro sistema de creación de significado es nuestra estructura mental. Podemos pensarlo incluso como si se tratara de un “sistema operativo interior”. Para los psicólogos se trata de mapas mentales y para los neurocientíficos redes neuronales.

Lo cierto es que, de la forma que sea, nuestra consciencia es aquella parte esencial e indivisible de nuestro ser que toma decisiones por nosotros después de analizar, filtrar y comparar nuestras experiencias con nuestros recuerdos y todo tipo de conocimiento que tengamos sobre un tema.

Íntimamente relacionado con el mindfullness, el liderazgo consciente exige que la o las personas a cargo de los destinos de una compañía se encuentren totalmente presentes y en sus funciones y rol. De manera de, justamente, tomar decisiones conscientes.

Los líderes conscientes no toman decisiones únicamente basándose en números fríos y ya. Sino que, por el contrario, logran concebir la empresa como un organismo en sí mismo. El impacto directo de este tipo de dirigencia se ve en aspectos “intangibles” o difíciles de cuantificar, siendo la cultura de empresa el área donde esto se refleja con mayor intensidad.

Beneficios del estilo de liderazgo consciente y responsable

Practicar el mindfullness o simplemente hacer el ejercicio diario de intentar no distraernos con nimiedades o tareas cotidianas es vital para poder alcanzar un liderazgo consciente.

La enorme mayoría de las personas y, específicamente de los líderes, pueden dejarse llevar por las distracciones que conllevan la batería de estímulos a los que estamos expuestos en forma permanente. Llamados telefónicos, reuniones que podrían haber sido un e-mail y notificaciones de todo tipo el móvil, despiertan la parte más primitiva de nuestro cerebro. Lo que se conoce como la capacidad de reacción inmediata.

Cuando vivimos nuestro día a día gobernados por esta parte más instintiva o visceral de nuestra psique, no es extraño que perdamos de vista las metas a largo plazo o, como se dice vulgarmente, que el árbol no nos permita ver el bosque. Por eso cuando practicamos el liderazgo consciente son muchas las ventajas que podemos obtener:

  • Incremento de la productividad.
    Creer que generar horas extras y pasar tiempo demás en nuestros espacios de trabajo o conectados de manera remota, es una suerte de leyenda urbana instalada acerca del mejor desempeño laboral. Sin embargo la productividad poco tiene que ver con esto, por el contrario, se trata de ejecutar de manera eficiente y eficaz las tareas que correspondan, en un marco de tiempo acorde que contribuya a maximizar nuestros recursos.
    Los líderes consientes están presentes en el sitio donde se encuentren (literal y figurativamente hablando), no añoran el pasado ni tampoco se pierden en las ansiedades de lo que depara el futuro. Esto ayuda a poder concentrarse en aquellos temas que realmente importan y poder llevar adelante una toma de decisiones robusta.
  • Impacto en la comunidad.
    Al no estar absortos únicamente en la generación de negocios, los líderes conscientes a menudo se plantean no solamente la repercusión de sus decisiones dentro de la plantilla de empleados sino además, en el entorno inmediato como la ciudad, región o país donde se inserte la empresa.
    Esto facilita entre otras cosas, que se modifiquen políticas y métodos de producción orientados a la sostenibilidad empresarial.
  • Mejora el employer branding.
    No hay mejor promotor o embajador de marca que los propios CEO’s de una empresa. No existe campaña de publicidad o marketing que pueda contra la imagen y la atmósfera que se crea dentro de una organización a partir de las ideas y acciones que emanan desde aquellos que tienen roles directivos.
    Una empresa que no solo es exitosa sino que, además, logra un impacto positivo dentro de una comunidad, es la mejor manera de reforzar el employer branding. Y esto solo puede lograrse gracias al liderazgo consciente.

Cinco características de un estilo de liderazgo consciente

Los buenos líderes y, menos aún, los líderes conscientes no nacen, sino que se hacen. Se construyen cada día gracias a un trabajo hecho con toda la intención de elevar al siguiente nivel la forma en la que se gestionan las diferentes áreas y el destino de su empresa.

Desde recursos humanos este tipo de personalidades puede cultivarse a partir de un proceso de headhunting o selección donde se busque, justamente, personal directivo que cuente con las competencias necesarias para este fin, como ser la empatía, la buena comunicación y la facilidad de crear vínculos interpersonales.

Al momento de dar o bien, encontrar o cear un líder consciente, es necesario que cuente con estas características: 

  • Consulta la opinión de otras personas.
    Un líder consciente es una fuerza unificadora que les permite a los empleados saber que están siendo escuchados. Por el contrario, un líder consciente es lo suficientemente seguro de sí mismo como para reconocer las deficiencias propias y buscar el consejo de los demás, en los que deposita toda su confianza y ante quienes no teme exponer sus vulnerabilidades.
  • Contemplan las consecuencias de sus actos.
    Los líderes conscientes son altamente empático y pueden con facilidad ponerse en el lugar de los demás. Esto los hace especialmente sensibles como para poder preocuparse acerca de la manera en la cual sus acciones afectaran a su entorno inmediato, la empresa e incluso, a la comunidad. Consideran las repercusiones de una decisión en su equipo y deciden cuidadosamente entre alternativas para asegurarse de que el mejor resultado posible sea obtenido. Por lo tanto, son además, personas flexible que no temen dar un paso al costado si son alertados de un potencial daño o comportamiento riesgoso innecesario respecto de los destinos de la organización o determinados proyectos.
  • Motivan a los demás.
    Aquí el factor determinante será la generosidad. Las personas que ejercen el liderazgo consciente no se sienten amenazadas por las posibilidades de éxitos, ascenso o crecimiento profesional de sus pares respecto de sus planes de carrera. Por el contrario, en lugar de liderar con una actitud de «yo tengo el poder», los líderes conscientes llevan consigo la actitud que puede leerse como «yo quiero empoderarte». Infundir miedo en las personas que supervisan, llevar las riendas desde la sensación de penitencia y castigo por cometer errores, no les interesa porque saben que eso no llevará a ninguna parte. Las personas naturalmente se inclinan a cumplir con sus objetivos e incluso proponer ideas nuevas y/o disruptivas, si sienten que cuentan con el apoyo y la compasión de sus líderes.
  • Inspiran a las personas en su entorno.
    Que todas las personas sin importar su rango, rol o antigüedad dentro de la empresa es un sesgo típico del liderazgo consciente. Dar espacio al debate, la participación, la colaboración y apostar por capacitar y formar a sus empleados es una prioridad. Los líderes conscientes aportan autenticidad a todo lo que hacen, predican con el ejemplo, muestran un interés real por las personas que los rodean y construyen intencionalmente una comunidad o mejor dicho, una red de contención donde todas las opiniones son válidas. La finalidad de esto es siempre la de crear valor agregado no solo en términos de experiencia o trayecto laboral, sino respecto de los bienes o servicios que se produzcan. Espacios donde todas las personas tienen su espacio para innovar son en definitiva los lugares donde la innovación vive.
  • Demandan feedback (y actúan en consecuencia).
    Solicitar feedback, escuchar opiniones favorables o no y tomar decisiones sin importar si esto es contrario a su sentir o inclusive, si se trata de un golpe al ego, es una característica propia de un líder consciente. Esto se debe a que este tipo de personas priorizan el aprendizaje continuo y el crecimiento personal a simplemente limitarse a dar ordenes sin más. Los líderes conscientes son aquellos que pueden tomar la crítica como una herramienta y hacer ajustes para guiar mejor a quienes los rodean.

A la hora de gestionar talento, no será suficiente con adoptar uno de los estilos de liderazgo en empresas y adaptarlo a nuestro día a día. Debemos conocer a nuestro equipo si queremos que la figura de líder aporte rendimiento al proyecto y no se convierta en una fuente de conflictos.

De esta misma manera, el desempeño de nuestro equipo mejorará gracias a su cultura organizacional. Sin duda, el estilo de liderazgo que escojamos puede marcar un antes y después en un proyecto.

 

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Escrito por Felipe Valenzuela y Sofía Delpueche.

Felipe Valenzuela es Content Manager para el mercado español en Factorial. Graduado en Comunicación e Industrias Culturales por la Universidad de Barcelona, tiene experiencia creando contenido para diferentes formatos y canales desde 2017.

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