Ahorrar en costes e impuestos para aumentar la rentabilidad: este podría ser el objetivo de cualquier negocio.
La optimización de la planificación tributaria y conocer y aplicar los beneficios fiscales que correspondan son las piezas clave para pagar menos impuestos.
En este artículo te contamos qué son los beneficios fiscales, qué tipos existen, cómo acceder a ellos y de qué forma realizar la planificación fiscal de tu negocio para que sea efectiva.
Tabla de contenidos
¿Qué son los beneficios fiscales?
Los beneficios fiscales son ventajas tributarias que se aplican al contribuyente cuando cumple una serie de requisitos que están establecidos en la normativa aplicable.
Pueden consistir en exenciones, por las que el contribuyente no paga un determinado impuesto, o reducciones parciales que se aplican al importe a pagar.
La regulación de los beneficios fiscales deriva del artículo 134.2 de la Constitución Española que establece lo siguiente:
- Los Presupuestos Generales del Estado tendrán carácter anual, incluirán la totalidad de los gastos e ingresos del sector público estatal y en ellos se consignará el importe de los beneficios fiscales que afecten a los tributos del Estado.
Por lo tanto, cada año se publican en con la Ley de PGE las novedades fiscales y los beneficios que sea aplicarán durante el año siguiente.
Por otro lado, debemos recordar que algunos impuestos están cedidos a las comunidades autónomas por lo que estas también podrán regular beneficios fiscales.
Tipos de beneficios fiscales
Existen varios tipos de beneficios fiscales que son los siguientes:
- Exenciones. Suponen que la empresa no pague un determinado impuesto. Por ejemplo, las entidades que realicen una o varias actividades en España y tengan un importe neto de cifra de negocio inferior a 1.000.000 euros, están exentas de presentar la declaración del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).
- Deducciones. Las deducciones se aplican cuando ya se ha calculado la cuota íntegra del impuesto que corresponda y disminuyen la base imponible de un impuesto cuando se cumplen una serie de requisitos. Por ejemplo, se podrá aplicar una deducción de 9.000 euros por persona y año en el Impuesto sobre Sociedades en el caso de contratación de trabajadores con discapacidad. Otro ejemplo de deducción fiscal es la que se aplica por inversión en vivienda habitual en el IRPF.
- Reducciones. Consisten en reducir las rentas o ingresos por los que se debe pagar un impuesto para reducir, a su vez, la base imponible. Por ejemplo, en el IRPF se aplica la reducción por aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social.
- Bonificaciones. Supone la disminución del tipo impositivo aplicable. Por ejemplo, en 2023 las empresas que hayan facturado menos de un millón de euros el año anterior, se aplicarán un tipo impositivo del 23% y no del 25% (que es el tipo general).
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¿Qué condiciones debe cumplir tu empresa para poder aplicar beneficios fiscales?
Depende mucho de cada caso y de cada impuesto, por lo general se pueden destacar los siguientes:
- Si eres empresario individual podrás tener acceso a varios tipos de exenciones, reducciones y bonificaciones. Además, influirá si eres hombre o mujer y tu edad. Los autónomos tienen derecho a las mismas deducciones en el IRPF que las que se regulan en el IS: I+D, creación de empleo, creación de empleo para personas con discapacidad, etc.
- La localización de la empresa determinará las bonificaciones fiscales aplicables que pueden ser estatales y autonómicas.
- Influye también el tipo de empresa y su tamaño. Por ejemplo, hay beneficios fiscales que se aplican a empresas de reducida dimensión o a empresas familiares. En el caso de la empresa familiar se les aplica una reducción del 95% en el Impuesto sobre Sociedades y una exención en el Impuesto sobre el Patrimonio.
- El tipo de actividad y el sector que realices en tu empresa también te puede dar acceso a beneficios fiscales. Por ejemplo, existen deducciones fiscales para empresas que inviertan en energías renovables, empresas turísticas y culturales, para el sector agrícola y ganadero o para empresas que exporten.
Principales beneficios fiscales que se aplican a las empresas
En el caso de las empresas que tengan forma de sociedad mercantil, los principales beneficios fiscales derivan del Impuesto sobre Sociedades y son los siguientes:
- El tipo de deducción en el IS ha aumentado al 50% así como también ha aumentado la base máxima hasta 100.000 euros.
- Las entidades de reciente creación podrán aplicar un tipo impositivo del 10%.
- Se incrementa hasta 50.000 euros anuales las retribuciones exentas por acciones o participaciones.
- Las empresas emergentes pueden aplicar el tipo impositivo del 15% hasta dos ejercicios adicionales.
- Las sociedades que facturen menos de un millón de euros el año anterior se podrán aplicar un tipo del 23%.
En el caso del IVA también podemos destacar varios beneficios fiscales como los relativos a las actividades exentas de IVA) educación, servicios sanitarios, alquileres de viviendas, seguros, etc.) o los que se refieren a tipos reducidos de IVA como el del 10% que se aplica a transporte de viajeros, restaurantes etc.
Cómo optimizar los beneficios fiscales de tu empresa
La optimización de los beneficios fiscales requiere una pieza clave que es la planificación fiscal. Para hacerla correctamente es necesario seguir los siguientes pasos:
- Controla las facturas. La mayor parte de los beneficios fiscales se aplican en las empresas derivan de determinados gastos por lo cual es fundamental tener controladas todas las facturas que se refieran a los gastos del negocio y verificar que cumplan todos los requisitos legales para considerarse una factura. Para ello se debe elaborar una política de gastos en la empresa de forma que todos los trabajadores aporten justificantes de los gastos que se realicen y lo hagan de la misma forma.
- Cumple con la presentación de impuestos. Es fundamental que analices qué modelos tributarios debe presentar tu empresa (modelo 303, modelo 390, etc.) y en qué plazo. Es importante estar informado de todas las novedades fiscales que se producen cada año porque te permitirá aplicar los nuevos beneficios fiscales que se regulen.
- Optimiza la estructura de tu empresa. Es importante pensar que si tienes varias ramas de actividad puede que, fiscalmente, sea recomendable crear un grupo de empresas para aplicar las ventajas derivadas de la consolidación fiscal y que los beneficios de una empresa del grupo compensen las pérdidas de otra. En este sentido también es conveniente revisar la estructura de la empresa en el caso de internacionalización puesto que la fiscalidad de otros países puede afectar a la planificación.
- Aplica la tecnología. La planificación fiscal requiere la optimización del proceso de facturación y control de gastos, por lo que un software de facturación es la clave para controlar las facturas y hacer predicciones sobre el futuro del negocio. De esta forma se ahorrará tiempo y se evitarán errores que puedan suponer un gasto y una inspección fiscal.
En definitiva, la optimización fiscal permitirá ahorrar a tu empresa e incrementar la rentabilidad. Para lograrlo es necesario estar al corriente de todas las novedades, puesto que se conocen con bastante antelación y es posible preparar a la empresa, y hacer una correcta planificación fiscal basada en predicciones de futuro derivada de datos concretos.