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Los principios contables explicados con ejemplos

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6 minutos de lectura

En cualquier disciplina existen unas pautas generales que funcionan como un marco en el que moverse y que delimita lo que es correcto y lo que no. Y en contabilidad, parte de esa función, la cumplen los principios contables.

En este artículo los vamos a explicar de manera sencilla y con ejemplos, así que sigue leyendo y te convertirás en un experto en el tema.

Tabla de contenidos

¿Qué son los principios contables y para qué sirven?

El objetivo de la contabilidad es elaborar las Cuentas Anuales de la empresa que, en las PYMES, están formadas por el Balance de Situación, la Cuenta de Pérdidas y Ganancias y la Memoria.

Sobre estas cuentas es importante tener en cuenta que:

  • Sirven de base para el cálculo de los impuestos.
  • Reflejan lo que la empresa tiene, lo que debe, sus resultados…
  • Se depositan en el Registro Mercantil y cualquiera puede acceder a ellas. Por ejemplo, si quieres hacer negocios con determinada entidad te puede interesar conocer su volumen de facturación o si está más o menos endeudada.
  • Son la carta de presentación ante posibles inversores y la rendición de cuentas hacia los socios.

Por eso es de vital importancia que muestren la verdadera realidad de la compañía. Para que esto sea posible es necesario que se elaboren teniendo en cuenta una serie de criterios que deben ser respetados por todos.

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos definir los principios contables como aquellas reglas a aplicar a la hora de llevar la contabilidad con el fin de que esta muestre la imagen fiel del patrimonio de la empresa, de su situación financiera y de los resultados de la actividad.

Se trata, como hemos dicho antes, de unas normas básicas y genéricas para que la cuentas anuales reflejen la verdad patrimonial y económica de la entidad.

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¿Son obligatorios?

Sí. Los principios contables son de aplicación obligatoria. Por tanto, su no cumplimiento puede dar lugar a irregularidades y estas originar conductas infractoras y sancionables.

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¿Cuáles son los principios contables en España?

En España, los principios contables están recogidos en la Primera Parte del Plan General de Contabilidad que se denomina Marco Conceptual. En concreto, en su apartado tercero. 

Figuran tanto en el General como en el de PYMES. Y en ambos casos son idénticos.

Son seis y, a continuación, te los explicamos siguiendo la misma estructura en cada uno de ellos: qué significa, cuándo o cómo se aplica y un sencillo ejemplo para que los entiendas con facilidad.

Principio de empresa en funcionamiento

¿Qué es?

Supone tener presente que la empresa va a seguir funcionando de manera indefinida. Por lo tanto, las operaciones se registrarán partiendo de la base de que habrá una continuidad en el tiempo.

¿Cuándo o cómo se aplica?

El principio de empresa en funcionamiento se aplica siempre, salvo que se tenga conocimiento cierto de que la actividad no va a continuar. En este caso se emplearán las normas de valoración que resulten más adecuadas para las actuaciones tendentes a liquidar los activos, cancelar las deudas y repartir entre los socios el patrimonio que resulte después de todo ello.

Ejemplo

Supongamos una empresa que se dedica a la venta de productos perecederos. A la fecha de cierre del ejercicio, el valor del género que tenga en el almacén figurará en el activo del balance en la partida de Existencias porque, como la empresa va a seguir su actividad, las venderá en los primeros días del ejercicio siguiente. 

Esta podría ser una aplicación práctica del principio de empresa en funcionamiento (aunque el ejemplo es un poco extremo).

Pero imagínate que se ha decidido poner fin al negocio y que en enero ya no se abrirá la tienda al público. 

Si se da esta situación, como la empresa no va a continuar con el negocio, ya no será de aplicación este principio. Así que, ciñéndonos al ejemplo propuesto, los productos que haya en el almacén no formarán parte del activo porque, al ser perecederos, se estropearán y habrá que tirarlos.

En esta situación, ya no se aplicarán las normas de valoración y demás principios que rigen cuando la empresa está en marcha de forma indefinida, porque ahora la finalidad será la propia de la liquidación de la empresa. 

Principio de devengo

¿Qué es?

El principio de devengo significa que los hechos económicos se contabilizarán cuando realmente se produzca el gasto o el ingreso, independientemente de su fecha de cobro o de pago.

¿Cuándo o cómo se aplica?

Se aplica cuando la transacción económica tiene lugar en un ejercicio económico mientras que el flujo de dinero que implica se produce en otro diferente (anterior o posterior).

Su objetivo es que en la cuenta de resultados de cada ejercicio figuren tanto los ingresos como los gastos que se realicen en él. Y que el beneficio o la pérdida final del año no se vea afectado por los cobros o los pagos.

Ejemplo

Supongamos que la empresa realiza una venta en diciembre pero la va a cobrar en enero.

En aplicación del principio de devengo, la venta se contabilizará en diciembre y el ingreso que genera formará parte de los resultados de ese año. 

Quedará pendiente de cobro, eso sí, y este se anotará en el año siguiente, cuando efectivamente se reciba el dinero.

Principio de uniformidad

¿Qué es?

El principio de uniformidad implica que cuando la empresa emplea un criterio entre ambos posibles debe:

  • Por una parte, mantenerlo en el tiempo.
  • Y, por otra, aplicarlo de la misma manera en otros casos similares.

Eso sí: siempre que se mantengan las circunstancias que llevaron a la entidad a decantarse por esa opción. Y si estas cambian podrá modificarse, también, el criterio que se venía aplicando.
Su finalidad es que las cuentas se elaboren con criterios homogéneos todos los años porque, de no ser así, la imagen fiel resultaría distorsionada continuamente.

¿Cuándo o cómo se aplica?

El principio de uniformidad es de aplicación cuando se puede elegir entre varias alternativas. Es decir, cuando la empresa puede decidir hacer algo de una manera determinada (desde el punto de vista contable, se entiende) o de otra distinta.

Y su esencia reside en que una vez seleccionado un criterio solo se puede cambiar cuando varíen las circunstancias que llevaron a hacer la primera elección.

Ejemplo

Las empresas que venden productos idénticos pero comprados a distinto precio, deben valorar su inventario de final de año siguiendo uno de los métodos generalmente aceptados.

Supongamos, por ejemplo, una compañía que se dedica a la venta de un único producto y que el precio al que lo compra va variando en función del mercado.

Cada vez que sirve un pedido no sabe exactamente al precio que lo compró, así que para valorar el inventario al final del ejercicio (que será igual al número de unidades por precio de compra) tiene que elegir un método y opta, desde el principio, por el método FIFO (First In First Out): primeras existencias en entrar, primeras en salir. 

En aplicación del principio de uniformidad, tendrá que aplicar este sistema todos los años  mientras que las circunstancias no cambien. 

Además, está obligada a emplearlo también para valorar otros elementos similares, como pueden ser los embalajes, por ejemplo.

Ahora bien, imaginemos que su clientela muestra una clara preferencia por los productos más recientes y puede venderlos más caros.

Desde ese momento el género que primero vende es el que ha comprado más recientemente, por lo tanto el método de valoración de las existencias pasa a ser el LIFO (Last In First Out): últimas unidades en entrar, primeras en salir.

¿Atentaría contra el principio de uniformidad este cambio de criterio? No, porque al cambiar las circunstancias que llevaron a elegir el anterior puede modificarse.

La única obligación que impone el plan contable en este sentido es que se tendrá que hacer mención expresa en la Memoria, indicando la incidencia cualitativa y cuantitativa que produce en las cuentas anuales.

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Principio de prudencia

¿Qué es?

El principio de prudencia significa que hay que actuar con cautela en lo relativo a los resultados de la empresa con el fin de no correr el riesgo de sobredimensionar el beneficio.

¿Cuándo o cómo se aplica?

Como el objetivo que se persigue con este principio es no crear falsas expectativas respecto al rendimiento de la empresa, se aplicará siempre que se den circunstancias de incertidumbre o surjan dudas respecto a la certeza de determinado hecho económico.

La regla que contiene sobre el momento de anotación de los ingresos y los gastos debe regir en esas circunstancias.

Ejemplo

Ninguna empresa quiere terminar un ejercicio con pérdidas, como es obvio. Pero, además, el hecho de que estas queden reflejadas en las cuentas anuales es un inconveniente importante a la hora de solicitar financiación externa, por ejemplo.

Lógicamente, las entidades bancarias siempre piden los balances para decidir si conceder los préstamos que se les solicitan y una cuenta de resultados con números negativos no ayuda nada en ese sentido, sino todo lo contrario.

Para evitar esto, algunas compañías deciden no contabilizar la amortización de algunos (o todos) los elementos del activo, por ejemplo. Así se consigue que el importe de las pérdidas sea menor o, incluso, inexistente.

Pues bien, el principio de prudencia no permite llevar a cabo esta práctica, porque se estaría dejando de contabilizar un gasto que es conocido y cierto. Y así lo establece expresamente el texto que figura en el marco conceptual del plan contable.

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