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Qué es ROA y ROE y cómo calcularlos

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6 minutos de lectura

¿Alguna vez te has preguntado cómo saber la rentabilidad de tu empresa? Más allá de los conceptos básicos de ingresos, gastos y beneficios, existen dos indicadores que revelan la verdadera salud de una organización: el ROA y el ROE. Estos acrónimos, que suenan similares, esconden realidades distintas que nos van a ayudar a entender el rendimiento y eficiencia de cualquier compañía.

El ROA (Return on Assets) es el valor que nos muestra cómo de eficiente es una empresa a la hora de utilizar sus activos para generar beneficios, indicando el partido que está sacando a sus recursos. Por su lado, el ROE (Return on Equity) nos revela la rentabilidad que obtienen los accionistas e inversores de la organización por cada euro invertido.

Aunque ambos indicadores son importantes y deben considerarse en su conjunto para obtener una radiografía de la salud financiera de la empresa, cada uno de ellos tiene una perspectiva diferente. Para los gestores, el ROA es el que permite optimizar la eficiencia diaria. Para los inversores, en cambio, el ROE es el dato que les informa sobre la capacidad de una empresa para generarles valor.

Tabla de contenidos:

¿Qué es el ROA y qué mide?

El ROA o Rentabilidad sobre Activos (Return On Assets en inglés), mide la capacidad de una empresa para generar beneficios a partir de sus activos indicándonos si está aprovechando todos sus recursos o si, por el contrario, se están infrautilizando, mermando su rentabilidad. Gracias a este análisis, los responsables son capaces de conocer de un vistazo cómo la empresa organiza sus activos y la rentabilidad que está sacando con ellos. 

¿Cuánto conseguimos vender y a qué precio? ¿Es nuestra organización logística adecuada? ¿De qué modo nos está afectando el coste de las materias primas? Estas variables también influyen en la fórmula que nos va a permitir calcular el ROA de cualquier organización, variables a las que también habrá que añadir otras menos tangibles como la reputación de marca. 

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Fórmula del ROA: Descifrando el cálculo

¿Cuál es la fórmula para calcular el ROA de una compañía? ¿Cómo podemos obtener el dato que nos permitirá conocer lo rentable que es? El cálculo es simple: se divide el beneficio neto entre el activo total, y el resultado se multiplica por 100 para conocer el porcentaje:

 

ROA = (Beneficio Neto / Activos Totales) x 100

 

Pero, ¿cómo interpretamos el ROA de una empresa? ¿Qué porcentaje es bueno o malo? Aquí, como en cualquier ámbito de las finanzas empresariales, no hay una cifra mágica. Un dato será bueno o malo en función de diferentes aspectos como el sector del que forma parte la empresa, la historia de la compañía, objetivos marcados a corto plazo… 

En líneas generales, un buen ROA debe ser positivo y superior al coste de la deuda de la empresa. Asimismo, también debería estar por encima del promedio de la industria y mostrar una evolución consistente y ascendente. Estos son síntomas de que se están haciendo las cosas bien. 

De este modo, un ROA alto nos dice que se están «exprimiendo» los activos. Por el contrario, un ROA bajo podría ser una señal de alarma: quizás se están desaprovechando los activos o los costes están por las nubes.

El ROA y su importancia en la empresa

El ROA, como hemos visto, es capaz de informar sobre cómo de bien (o de mal) se están utilizando los activos de una empresa, obteniendo una imagen sobre la salud financiera de la misma. Pero el ROA no solo nos sirve para mirarnos el ombligo. También es una buena herramienta compararse con otras empresas del sector y tener una visión realista de su posición en el mercado y frente a la competencia

Supongamos que una empresa tiene los siguientes datos financieros:

Nombre: EMPRESA «A»

  • Año 2021:
    • Beneficio neto: 4 millones de euros
    • Activos totales: 20 millones de euros
    • ROA en 2021: (20.000.000 / 4.000.000 )×100=20%
  • Año 2022:
    • Beneficio neto: 5 millones de euros
    • Activos totales: 40 millones de euros
    • ROA en 2022: (5.000.000/40.000.000) x 100=12,5%

Estos datos revelan que en 2021, la Empresa «A», con un ROA del 20%, generaba 0,20 euros de beneficio neto por cada euro en activos, mientras que un año después el ROA disminuyó al 12,5%. 

Si bien es cierto que en los dos años el ROA ha sido positivo y que los beneficios netos aumentaron, la caída puede indicar que el crecimiento de los activos fue más pronunciado, lo que sugiere que podría estar invirtiendo en activos que aún no están generando ingresos proporcionales.

Ahora, vamos a comparar estos resultados con otra empresa B:

  • Año 2022:
  • Beneficio neto: 6 millones de euros
  • Activos totales: 30 millones de euros
  • ROA en 2022: (6.000.000/30.000.000)x100=20%

La Empresa B tiene un ROA del 20%, lo que significa que es más eficiente en la generación de beneficios a partir de sus activos en comparación con la Empresa A. Esto puede indicar que la Empresa B está utilizando mejor sus recursos para generar ganancias o también podría reflejar diferencias en la estrategia de inversión. Tal vez, la Empresa A habría aumentado significativamente sus activos como una parte de su estrategia empresarial sin que este aumento haya sido proporcional a los beneficios.

Esta información, además de para los gerentes y responsables de la empresa, también es de un gran valor para los inversores, quienes nunca se fiarán de un único indicador a la hora de invertir en una compañía. Por ello, conocer el ROA, además de otras variables como el ROE, les ayudará a tener una visión más completa y decidir si merece la pena invertir en una compañía.

ROE: Evaluando la rentabilidad para propietarios y accionistas

Ahora que conocemos el ROA, es el momento de saber qué es el ROE (Retorno sobre el Patrimonio o Return on Equity, en inglés) y su rol en las finanzas. El ROE es el indicador más usado para medirla rentabilidad de una empresa y saber cómo de eficaces son los recursos propios de la empresa para generar beneficios.

Analistas financieros e inversores utilizan este ratio a la hora de conocer la capacidad que tiene un negocio para generar valor para los propietarios y accionistas. El ROE se obtiene dividiendo el Beneficio Neto (ganancia total de la empresa después de impuestos y otros gastos) entre el Patrimonio Neto (Capital Social + Capital adicional + Participación patrimonial), lo que se multiplica por 100 para sacar el porcentaje 

ROE = (Beneficio Neto / Patrimonio Neto) x 100

¿Y qué nos dice este valor? El ROE es, como hemos dicho, el dato por excelencia para quienes quieren conocer si el dinero invertido se está utilizando correctamente para generar rentabilidad. Pero, además, también proporciona información sobre la rentabilidad, la gestión y estrategia empresarial y la posición competitiva de una empresa en su sector. 

Imaginemos una startup dedicada al desarrollo de soluciones de Inteligencia Artificial (IA) que al final del año fiscal tiene una ganancia neta de 300.000 euros y un patrimonio total de 2.000.000 euros, lo que significa un ROE del 15%.

  • Ganancia neta: 300.000 euros 
  • Patrimonio total: 2.000.000 euros
  • ROE= (300.000/2.000.000)x100= 15% 

Este 15% indicaría:

  1. La startup genera un retorno del 15% sobre el capital invertido por sus accionistas.
  2. Este nivel de ROE sugiere que la empresa está gestionando sus recursos de manera eficiente.
  3. Si el ROE en la industria de IA empresarial fuera del 45%, el dato de nuestra compañía reflejaría que está por debajo de sus competidores, lo que puede ser un signo de desventaja competitiva.
  4. Desde el punto de vista de la deuda, este 15% también podría indicar que la empresa ha tenido que endeudarse más que la competencia en sus primeros años para competir y hacerse con un hueco en el mercado. Esta deuda influye en un ROE más bajo que otras empresas que, tal vez al estar más consolidadas, no han tenido que pedir financiación externa y endeudarse.

ROA y ROE: Una visión integral de la empresa

Aunque miden valores diferentes y tienen objetivos distintos, el análisis conjunto del ROA y del ROE nos va a proporcionar una visión integral sobre el funcionamiento financiero de una empresa. Estos indicadores, fundamentales en la evaluación de cualquier empresa, aportan información esencial a la hora de conocer y entender su rentabilidad. 

Un alto ROA acompañado de un bajo ROE podría indicar un uso eficiente de los activos y sugerir un bajo nivel de endeudamiento al estar financiando sus operaciones con capital propio en lugar de deuda. Sin embargo, el análisis de estos indicadores debe ser más profundo. 

Aunque un alto ROA y un bajo ROE pueden ser indicadores positivos en términos de riesgo financiero, el bajo ROE también puede limitar el potencial de retorno para los accionistas e indicar que la gestión financiera de la compañía es conservadora con el objetivo de minimizar riesgos económicos. ¿Esta gestión empresarial es de interés para los accionistas? ¿Se está limitando el desarrollo de la compañía priorizando la estabilidad?

El análisis y la interpretación conjunta de estas dos variables nos va a permitir identificar tanto las áreas de fortaleza como las de debilidad, ayudando tanto a optimizar el uso de los recursos de la empresa como a mejorar la rentabilidad de propietarios e inversores.

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