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Fondo de maniobra: cálculo, interpretación y valor óptimo (con ejemplos)

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8 minutos de lectura
fondo de maniobra

El fondo de maniobra es uno de los ratios financieros más utilizados, porque pone de manifiesto si la liquidez con la que cuenta la entidad es adecuada o no. En este artículo lo explicamos en detalle y, cuando termines de leerlo no tendrás ninguna duda sobre aspectos como qué es exactamente, cómo se calcula, cómo se interpreta o cuál es su valor óptimo

Tabla de contenidos:

¿Qué es el fondo de maniobra y para qué sirve?

Como hemos dicho, el fondo de maniobra es un índice clave en la gestión de las finanzas de cualquier empresa, desde las más pequeñas microempresas hasta las más grandes corporaciones multinacionales.

Su objetivo es muy claro: medir la capacidad de cubrir deudas a corto plazo y mostrar la liquidez. Es decir, nos indica la disposición para enfrentar pagos inmediatos sin vender activos apresuradamente o recurrir a financiamiento urgente.

Aunque a primera vista puede parecer sencillo, el fondo de maniobra es esencial para tomar decisiones estratégicas. Mantenerlo en niveles adecuados asegura una operación estable, permitiendo cumplir con obligaciones financieras sin sobresaltos.

El fondo de maniobra es la diferencia entre el activo corriente y el pasivo corriente, es decir, entre los bienes y derechos de la empresa que pueden convertirse en efectivo en menos de un año y las obligaciones o deudas que deben pagarse en ese mismo periodo de tiempo.

Dicho de un modo: son los recursos disponibles para seguir operando después de pagar las deudas más urgentes. Lo que permite a la empresa gestionar sus actividades diarias sin problemas y afrontar cualquier imprevisto.

Es importante saber que podemos encontrarlo bajo diferentes denominaciones, como capital de trabajo, capital circulante o working capital, entre otros. Todos ellos hacen referencia al mismo concepto.

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¿Por qué es importante el fondo de maniobra?

Su importancia radica en que muestra la capacidad de la entidad para enfrentar sus obligaciones financieras inmediatas.

Una cantidad adecuada asegura que la empresa pueda seguir funcionando de manera sostenible, mientras que un desequilibrio puede causar dificultades para pagar a proveedores, acreedores o empleados, por ejemplo.

Además, también refleja si existe buena gestión del capital circulante, poniendo de manifiesto así si la empresa maneja bien sus inventarios, las cuentas por cobrar y las cuentas por pagar.

Por ejemplo, una compañía que optimiza la administración de su inventario puede reducir el capital inmovilizado y mejorar su rentabilidad.

Del mismo modo, una gestión eficiente de las cuentas por cobrar y por pagar mejora, sin duda, la liquidez y la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones financieras.

Utilidad del fondo de maniobra

Como hemos mencionado, es fundamental para medir la liquidez operativa, pero su importancia va más allá de esta simple evaluación:

  • Eficiencia financiera: proporciona información valiosa sobre la eficacia en la gestión de los recursos, permitiendo identificar áreas de mejora y optimización.
  • Oportunidades de crecimiento: las empresas que presentan un fondo positivo pueden aprovechar ocasiones de inversión y expansión sin necesidad de recurrir a financiamiento externo, lo que les otorga una ventaja competitiva en el mercado.
  • Planificación financiera: es una herramienta clave para la planificación de los fondos, ya que ayuda a prever necesidades de liquidez y a gestionar los flujos de caja de manera correcta, minimizando el riesgo de dificultades económicas.
  • Confianza y credibilidad: contribuye a generar una percepción de seguridad entre inversores, proveedores y entidades de crédito. Estos grupos suelen tener mayor confianza en empresas que muestran una gestión efectiva de su capital circulante y una sólida posición de liquidez.

Diferencia entre el fondo de maniobra y las NOF

Aunque pueden tener algunos aspectos similares, es necesario distinguir estos dos términos. La diferencia fundamental entre ambos radica en su enfoque y propósito.

Mientras que el fondo de maniobra mide la diferencia entre los activos y pasivos corrientes, las necesidades operativas de fondos (NOF) representan la cantidad de dinero que la empresa necesita para financiar su ciclo de explotación.

Es decir, nos informa de los recursos que la empresa necesita para funcionar día a día. Incluye el dinero necesario para comprar materiales, pagar sueldos, y cubrir otros costes hasta que reciba el pago de sus ventas.

El primero de ellos es un indicador estático que refleja la posición de liquidez de la empresa en un momento específico. En cambio, las NOF son una medida dinámica que muestra las necesidades de fondos en la operativa habitual de la entidad.

Las NOF se calculan considerando los plazos de conversión de los distintos componentes del capital circulante. Por ejemplo, el tiempo que tarda la empresa en convertir sus inventarios en ventas, el periodo de cobro de las cuentas por cobrar y el plazo de pago a proveedores.

Estas necesidades de financiamiento pueden variar a lo largo del año, dependiendo de factores estacionales, cambios en la demanda y otras variables operativas.

Comprender la diferencia entre ambos términos es fundamental para una gestión eficiente del capital circulante. Una empresa puede tener un fondo de maniobra positivo, pero si no gestiona adecuadamente sus NOF, puede enfrentar problemas de liquidez en determinados momentos del año.

Por ejemplo, una compañía con un ciclo operativo largo puede necesitar una mayor cantidad de dinero para financiar su inventario y sus cuentas por cobrar antes de recibir el dinero de sus ventas.

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¿Cómo se calcula el fondo de maniobra de una empresa?

A pesar de la importancia de este indicador, calcularlo es una operación bastante fácil y solo hay que aplicar una sencilla fórmula. Eso sí, es necesario saber qué son los activos y los pasivos, que junto con el patrimonio neto forman las masas patrimoniales de una empresa.

Los activos se dividen en no corrientes y corrientes, siendo estos últimos los que se convierten en efectivo en un plazo máximo de un año.

Ejemplos de activos corrientes son:

  • Efectivo: dinero en caja o en cuentas bancarias.
  • Cuentas por cobrar: dinero que los clientes deben a la empresa por ventas realizadas a crédito.
  • Inventarios: productos terminados, materias primas y mercancías que se esperan vender en el corto plazo.
  • Inversiones a corto plazo: valores o acciones que la empresa planea vender en menos de un año.

De manera similar, los pasivos se dividen en no corrientes y corrientes, y son estos últimos los necesarios para realizar el cálculo. Los pasivos corrientes incluyen las deudas y obligaciones que la empresa debe pagar en menos de un año.

Ejemplos de pasivos corrientes son:

  • Cuentas por pagar a proveedores y acreedores: dinero que la empresa debe a sus proveedores por compras a crédito y a otros acreedores.
  • Préstamos a corto plazo: dinero ha pedido prestado y que debe devolver en menos de doce meses.
  • Salarios para empleados: sueldos y salarios a pagar a los trabajadores.
  • Impuestos a pagar: obligaciones fiscales pendientes de pago.

Fórmula del fondo de maniobra y ejemplo

La fórmula sencilla de la que hablamos se basa en los conceptos que acabamos de explicar y es la siguiente:

Fondo de Maniobra = Activo Corriente – Pasivo Corriente

Ejemplo: Imaginemos que una empresa tiene un activo corriente de 600.000 € y un pasivo corriente de 400.000 €:

Fondo de maniobra = 600.000 € – 400.000 = 200.000 €

Esto significa que cuenta con un excedente de 200.000 € después de pagar lo que debe en menos de un año, lo que le permite afrontar sus deudas a corto plazo sin problemas, hacer frente a posibles imprevistos y mantener sus operaciones estables.

Interpretación de este ratio

Una vez lo hemos calculado, tenemos que interpretarlo para saber qué significa. Podemos encontrarnos con tres situaciones.

Fondo de maniobra positivo

Mantener el capital circulante en positivo es la situación ideal para la mayoría de las empresas.

Significa que los activos corrientes superan a los pasivos corrientes, lo que permite afrontar las deudas a corto plazo sin recurrir a la venta de activos a largo plazo o a financiamiento urgente.

Este equilibrio financiero normal es el más recomendable.

Fondo de maniobra igual a cero

En este caso, la empresa solo cuenta con los recursos estrictamente necesarios para cumplir con sus obligaciones a corto plazo, sin margen para imprevistos.

Aunque no implica un problema inmediato, no es recomendable porque una variación inesperada en los ingresos o en los gastos podría poner en peligro su capacidad de pago.

Fondo de maniobra negativo

Cuando las cifras son negativas, significa que la empresa está utilizando parte de sus pasivos a corto plazo para financiar activos a largo plazo. Esta situación es conocida como desequilibrio financiero, y suele ser insostenible a largo plazo.

Las dificultades para pagar sus deudas a corto plazo pueden desencadenar problemas de liquidez e incluso llevarla a situaciones más graves como el concurso de acreedores.

Ejemplo: Para ilustrar mejor los escenarios mencionados anteriormente, vamos a considerar tres situaciones hipotéticas que servirán como ejemplos más gráficos del fondo de maniobra.

  • Imaginemos una empresa con un fondo de maniobra positivo, basado en los siguientes elementos en su balance:
    Activos corrientes: 800.000 €
    – Efectivo y equivalentes: 200.000 €
    – Cuentas por cobrar: 300.000 €
    – Inventarios: 300.000 €
    Pasivos corrientes: 500.000 €
    – Cuentas por pagar: 200.000 €
    – Préstamos a corto plazo: 200.000 €
    – Otros pasivos corrientes: 100.000 €
    FM 800.000€ – 500.000€ = 300.000€
  • Ahora, analicemos una empresa con un fondo de maniobra negativo. Sus elementos en el balance son:Activos corrientes: 400.000 €
    – Efectivo y equivalentes: 100.000 €
    – Cuentas por cobrar: 150.000 €
    – Inventarios: 150.000 €Pasivos corrientes: 600.000 €
    – Cuentas por pagar: 350.000 €
    – Préstamos a corto plazo: 200.000 €
    – Otros pasivos corrientes: 50.000 €
    FM = 400.000€ – 600.000€= -200.000€
  • Finalmente, consideremos una empresa con un fondo de maniobra igual a cero, que presenta los siguientes elementos en su balance:Activos corrientes: 600.000 €
    – Efectivo y equivalentes: 150.000 €
    – Cuentas por cobrar: 250.000 €
    – Inventarios: 200.000 €Pasivos corrientes: 600.000 €
    – Cuentas por pagar: 300.000 €
    – Préstamos a corto plazo: 200.000 €
    – Otros pasivos corrientes: 100.000 €
    FM = 600.000€ – 600.000€ = 0€

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Posibles soluciones para mitigar el resultado negativo

Cuando una empresa presenta un fondo de maniobra negativo, puede adoptar diferentes medidas. Entre ellas, las más comunes son las siguientes:

  • Vender activos no corrientes: esta opción permite obtener liquidez a corto plazo. Por ejemplo, la venta de un inmueble puede aumentar la tesorería de forma inmediata.
  • Solicitar una ampliación de capital: si los socios aportan más capital, la empresa puede mejorar su situación de liquidez.
  • Renegociar deudas: es posible negociar con los proveedores para extender los plazos de pago y reducir la presión financiera a corto plazo.
  • Obtener nueva financiación: solicitar préstamos a corto plazo puede ser también una opción, pero solo si existe seguridad de poder devolverlos.

En definitiva, se trata de aumentar los fondos para estabilizar la solvencia inmediata.

Valor óptimo del fondo de maniobra

El valor óptimo del fondo de maniobra puede variar considerablemente en función de factores como pueden ser el tipo de empresa, el sector en el que opera o las particularidades de su ciclo operativo, por ejemplo.

No obstante, existen algunas pautas que pueden guiar a las entidades a mantenerlo en niveles interesantes.

En términos generales, lo recomendable es mantenerlo en positivo. Esto asegura que la empresa dispone de suficientes recursos líquidos para cubrir sus deudas y obligaciones a corto plazo, lo que contribuye a la estabilidad financiera y operativa. Sin embargo, es importante que este fondo no sea excesivo.

Si es excesivamente alto, puede indicar que la empresa está manteniendo demasiados fondos ociosos. Estos recursos podrían ser mejor aprovechados invirtiendo en oportunidades de crecimiento, mejorando la infraestructura, desarrollando nuevos productos o servicios, o incluso devolviendo capital a los accionistas.

A pesar de lo anterior, hay ocasiones en que se rompe la regla general, y mantenerlo en negativo no implica una mala noticia.

Entre estos, podemos destacar la dimensión económica de la entidad, el sector de actividad, el ciclo de explotación, los métodos de cobro y pago, y la rotación del activo circulante.

Un ejemplo de ello es Inditex. El gigante textil español cerró el ejercicio de 2023 con un fondo de maniobra operativo negativo de 3.463 millones de euros debido a un aumento de la deuda a corto plazo con acreedores.

A pesar de estos datos negativos, nadie duda de que siga siendo una compañía sólida y solvente.

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Fondo de maniobra en contabilidad

Este índice se clasifica como un cálculo extracontable, lo que significa que no se presenta explícitamente en los estados financieros de la empresa.

A pesar de ello, la contabilidad está muy relacionada con este ratio porque los datos necesarios para su cálculo se extraen del balance de situación, que refleja la composición de las masas patrimoniales de la empresa.

Factorial, puede ayudarte a centralizar y organizar información clave; esto contribuye a tener un fondo de maniobra más saludable, ya que facilita la previsión de costos y el análisis de la liquidez de la empresa. ¿Te lo vas a perder?

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