¿Qué va primero, la estrategia empresarial o la estructura organizacional? ¿Cuál de ellas influye más en la otra? Estas preguntas han desconcertado a muchos líderes empresariales a lo largo de los años. Les hacen dudar y, muchas veces, toman decisiones erróneas que afectan negativamente a la competitividad de su organización.
Sin embargo, las investigaciones han corroborado que, pese a que la estrategia y la estructura son un todo unificado con una fuerte interrelación, «el diseño de la estructura organizacional emerge después de la elección de las estrategias», tal y como explica Enrique B. Franklin en su libro «Organización de Empresas«.
Tabla de contenidos
El que la estrategia tenga mucha más influencia en la estructura que la estructura en la estrategia obliga a que contar con planificación que se apoye en una estructura capaz de aportar la estabilidad necesaria para mantener la posición competitiva de la empresa y proporcione la flexibilidad necesaria para fortalecerla en el futuro.
¿Sabes, como líder de equipos y gestión de personas qué estructura de trabajo es mejor para tu empresa?
En qué consiste el organigrama mixto y sus características
El organigrama mixto es una tipología encuadrada según su presentación que utiliza combinaciones verticales y horizontales para crear una estructura híbrida y flexible.
Características principales del organigrama mixto:
- Usa composiciones verticales y horizontales para mantener una cadena de mando jerárquica y, a la vez, fomentar una comunicación fluida entre los equipos.
- Integra departamentos funcionales y unidades de negocio con el objetivo de combinar la especialización con una visión más centrada en proyectos o productos.
- Doble línea de autoridad: Los empleados reportan a un supervisor funcional y a un supervisor de unidad de negocio o proyecto.
- Flexibilidad: Permite ajustar la estructura rápidamente para responder a cambios y desafíos del entorno empresarial.
Cómo funciona el organigrama mixto dentro de una empresa
El organigrama mixto mezcla elementos de diferentes estructuras organizativas, como la jerárquica, la funcional y la divisional con el objetivo de crear una estructura híbrida y flexible. Para implantar este sistema, que interrelaciona sistemas verticales y horizontales, la empresa debe disponer de:
- Departamentos funcionales. Estos son los que agrupan empleados con habilidades y competencias similares, siendo los responsables llevar a cabo las tareas relacionadas con su área de especialización.
- Unidades de negocio o proyecto. Atienden áreas específicas de la empresa como un producto o servicio particular, un mercado geográfico o un proyecto estratégico. Cada unidad de negocio tiene cierta autonomía y se le asignan recursos y responsabilidades propias.
- Líneas de autoridad. Al igual que sucede con el organigrama matricial, los empleados tienen dos líneas de autoridad: un supervisor funcional y otro de proyecto.
Este tipo de estructura es adecuada para empresas en las que hay una estructura jerárquica compleja, con diversas divisiones funcionales o áreas de negocio y donde la presencia de un gran número de trabajadores hace que la estructura jerárquica tradicional resulte demasiado rígida e ineficaz para cubrir todas las necesidades y funciones de la empresa.
El organigrama mixto visualiza de una forma sencilla y directa los verticales (unidades ramificadas de arriba abajo a partir del titular), los horizontales (despliegan las unidades de izquierda a derecha y colocan al titular en el extremo izquierdo) y, finalmente, los mixtos, trasladando de una manera clara y rápida la estructura interna, los roles y los diferentes equipos y departamentos.
Beneficios, problemas (y soluciones) del organigrama mixto
Alinear las estrategias empresariales con la estructura es una ventaja competitiva que se traduce en rendimientos superiores. Esta búsqueda de la eficiencia y la competitividad es, precisamente, el objetivo que persigue el organigrama mixto, un sistema que debe diseñarse e implantarse después de tener en cuenta las capacidades y motivaciones del personal disponible.
Solo después de este profundo análisis es posible sacar el máximo provecho de las ventajas de un organigrama que cada vez es más utilizado en el tejido empresarial. ¿Quieres saber cuáles son las ventajas? Vamos a ellas:
- Mayor flexibilidad y adaptabilidad: Permite a la empresa ajustar rápidamente su estructura para afrontar cambios y desafíos en un entorno empresarial en constante evolución.
- Mejora de la coordinación y la comunicación: Al tener diferentes unidades de negocio y equipos de proyectos, el organigrama mixto facilita la colaboración y el intercambio de información entre ellos.
- Desarrollo de habilidades multidisciplinarias: Esta colaboración y comunicación permite a las personas desarrollar habilidades multidisciplinarias y ampliar sus conocimientos.
- Fomenta la innovación y la creatividad: Unido con el punto anterior, el intercambio de conocimientos estimula la innovación y la creatividad.
- Autonomía y empoderamiento: Debido a que las diferentes unidades gozan de cierta autonomía se incentiva el empoderamiento de los empleados.
- Mejora la gestión de proyectos. La presencia de mandos verticales y líderes laterales favorece un mayor y mejor control de la calidad de todos los procesos y acciones.
Sin embargo, como en todo, el organigrama mixto también corre el riesgo de generar problemas. Casi todos relacionados con las responsabilidades y la comunicación entre los participantes. Frente a esta situación, los líderes de equipo deben estar alerta y, una vez detectado el problema (o problemas), llevar a cabo iniciativas para solucionarlos.
Por ejemplo, cuando los empleados están confundidos acerca de sus roles y responsabilidades, o sobre los de sus inmediatos superiores, la compañía debe explicar y definir claramente las funciones y obligaciones de cada empleado. La comunicación abierta y la claridad en la asignación de tareas son la clave para evitar la confusión.
En el caso de que haya conflictos de autoridad al haber dos líneas de mando diferentes con, por ejemplo, enfoques y prioridades divergentes, desde la organización deberían de agendar reuniones regulares y clarificar las discrepancias para evitar tensiones y conflictos innecesarios.
Si hay dificultades de coordinación y las tomas de decisiones se retrasan, sería conveniente incidir en la creación y promoción de canales claros de comunicación que fomenten la colaboración interdepartamental, ya sea por medio de reuniones o mediante el uso de herramientas y tecnologías de colaboración.
¿Qué tipo de empresas necesitan el organigrama mixto?
Además de las empresas grandes y con una estructura jerarquizada, este tipo de organigrama también es adecuado para compañías que operan en entornos complejos y dinámicos donde la flexibilidad, la adaptabilidad y la coordinación eficientes juegan un rol crucial a la hora de afrontar y superar retos.
Por ello, las empresas que tienen proyectos multidisciplinarios donde participan varias áreas y especialidades se benefician del organigrama mixto. Dentro de esta tipología se encuentran firmas relacionadas con sectores como los de la ingeniería, arquitectura, el desarrollo de software o la investigación científica.
Además de por la especialidad de los departamentos también es un organigrama adecuado para empresas que operan en múltiples mercados o segmentos del mercado, ya que la creación de diferentes unidades de negocio específicas para cada mercado o segmento facilita la adaptación a las necesidades y demandas locales.
A estos casos hay que sumar a las startups y empresas innovadoras, ya que un organigrama mixto que fomenta la colaboración, la comunicación y una cierta autonomía agiliza la toma de decisiones, lo que agiliza su adaptación a los cambios y acelera la reasignación recursos en caso de necesidad.
El organigrama mixto de Siemens
Siemens, compañía referente en el ámbito internacional en el campo de la ingeniería y la tecnología, gestiona su amplia diversidad de productos y servicios a través de un organigrama mixto.
Sus departamentos funcionales se centran en áreas como energía, salud, movilidad y tecnologías digitales, mientras que las unidades de negocio se dedican a productos y soluciones específicos dentro de cada área. En España, la compañía simplificó su organigrama para agilizar la toma de decisiones e impulsar sus ventas.
Estrategia corporativa y estructura organizativa van de la mano. Esta relación recíproca obliga a los líderes a considerar qué organigrama es el que mejor apoyará la consecución de los objetivos planteados en la estrategia.
En este artículo hemos analizado y visto cómo el organigrama mixto es un excelente recurso para empresas grandes y complejas donde la colaboración multidisciplinaria entre equipos y personas es tan importante como la jerarquía.
Esta estructura es capaz de aportar agilidad, flexibilidad y adaptación a las particularidades de cada proyecto, mercado o segmento. Rapidez en la toma de decisiones, facilidad a la hora de adoptar cambios rápidos o el fomento de la creatividad y la innovación son algunos de sus beneficios. ¿Estás listo para abrazar el organigrama mixto en tu empresa?