Seguro que alguna vez te has preguntado cómo una empresa consigue los fondos necesarios para mantener sus operaciones y financiar su crecimiento. El estado de flujos de efectivo es la herramienta clave para responder a esta duda.
Este informe proporciona una visión clara de cómo se generan y utilizan los recursos líquidos, es decir, el dinero disponible y los activos convertibles en efectivo de manera inmediata, en las actividades diarias de la empresa.
La información que transmite permite a los interesados, desde gerentes hasta inversores, entender si la empresa está en posición sólida de cumplir con sus obligaciones financieras y explorar nuevas oportunidades de inversión.
Tabla de contenidos:
- ¿Qué es el estado de flujos de efectivo?
- ¿Dónde se regula el estado de flujos de efectivo?
- Obligatoriedad del estado de flujos
- ¿Cuándo y dónde se presenta el estado de flujos de efectivo?
- Métodos de cálculo del estado de flujos
- ¿Cómo se elabora el estado de flujos de efectivo paso a paso?
- Ejemplo práctico
- Preguntas frecuentes
¿Qué es el estado de flujos de efectivo?
El estado de flujos de efectivo es el estado contable que recoge el movimiento del efectivo de la empresa durante el ejercicio de que se trate, poniendo de manifiesto tanto la procedencia de los fondos y otros activos líquidos como su utilización o empleo.
Podemos señalar que es uno de los principales informes que forman parte de las cuentas anuales de aquellas entidades que no formulan sus cuentas anuales según el modelo abreviado ni se acogen al plan contable de PYMES.
Junto con los demás informes obligatorios (el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, la memoria y el estado de cambios en el patrimonio neto), ofrece una visión integral de la situación económica y financiera de una empresa.
Esta imagen se logra detallando las entradas y salidas de efectivo y sus equivalentes a lo largo de un ejercicio económico, clasificados según su origen en actividades de explotación, inversión y financiación.
En otras palabras, refleja cómo se genera y se utiliza el dinero en la empresa, proporcionando información esencial sobre la capacidad de la organización para generar efectivo y gestionar su liquidez.
Además, hay que tener en cuenta que para su elaboración, se excluyen los movimientos internos de tesorería y aquellos activos financieros que, a pesar de su vencimiento a corto plazo, son considerados como equivalentes de efectivo por su baja volatilidad.
De este modo, no solo ofrece un registro histórico de los flujos de caja si no que también ayuda a inversores, accionistas y otros usuarios financieros a evaluar la solvencia y capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones financieras a corto y medio plazo.
Por tanto, se trata de una herramienta clave para la toma de decisiones estratégicas, ya que revela si la empresa genera suficiente liquidez para operar eficientemente y si está optimizando el uso de sus recursos monetarios.
¿Dónde se regula el estado de flujos de efectivo?
El estado de flujos de efectivo está regulado en el Plan General de Contabilidad (PGC), específicamente en la norma de elaboración número 9, aplicable a las empresas que no se acogen al plan contable de PYMES ni formulan cuentas anuales abreviadas.
El plan establece un modelo normalizado que organiza la información en tres secciones claramente diferenciadas:
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- Flujos de efectivo de actividades de explotación,
- Flujos de efectivo de actividades de inversión
- Flujos de efectivo de actividades de financiación.
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La normativa detalla que el objetivo principal es proporcionar un análisis estructurado de cómo ha variado el efectivo y sus equivalentes durante un ejercicio económico. De esta manera, se clasifica su origen y su utilización según el tipo de actividad.
Esta división permite a los usuarios del informe evaluar de forma más clara y precisa las fuentes de generación de liquidez de la empresa, así como su capacidad para cubrir sus obligaciones financieras o invertir en su crecimiento.
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Obligatoriedad del estado de flujos
La obligatoriedad de formular el estado de flujos de efectivo está determinada por las características y el tamaño de las empresas, según lo establecido en el Plan General de Contabilidad (PGC) y que veremos a continuación.
Empresas obligadas a formularlo
Las compañías que deben presentar este formato estandarizado son aquellas que no tienen la posibilidad de acogerse al modelo de cuentas anuales abreviadas (ni, como es lógico, al de PYMES).
Por lo general, estas son entidades de mayor envergadura que superan ciertos umbrales de facturación, activos y número de empleados.
En este grupo se incluyen las empresas cotizadas y otras entidades con un volumen considerable de actividad económica.
Estas están obligadas a presentar cuentas anuales según el modelo normal, que incluye no solo el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias y la memoria, sino que también incorpora el estado de cambios en el patrimonio neto y el estado de flujos de efectivo.
Empresas que no tienen que formularlo
La Ley de Sociedades de Capital (LSC) establece en su artículo 257 que no es obligatorio para aquellas empresas que pueden presentar el balance abreviado. Esto se aplica principalmente a las pequeñas y medianas empresas (PYMES).
De esta forma, quedan exentas de formular el estado de flujos de efectivo.
Para que una empresa pueda optar por el balance abreviado, debe cumplir con al menos dos de las siguientes tres condiciones durante dos años consecutivos:
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- Total de activo: que el total de sus partidas de activo no supere los 4 millones de euros.
- Cifra de negocio: que el importe neto de su cifra de negocio no sea superior a 8 millones de euros.
- Promedio de trabajadores: que el promedio anual de trabajadores sea inferior a 50.
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Las empresas de nueva creación también pueden beneficiarse del balance abreviado. Si al finalizar su primer ejercicio cumplen con al menos dos de los tres requisitos mencionados.
¿Cuándo y dónde se presenta el estado de flujos de efectivo?
El estado de flujos de efectivo, junto con el resto de informes que constituyen las cuentas anuales, se presenta en el Registro Mercantil que corresponda al domicilio de la empresa.
El plazo de presentación es de un mes desde la aprobación de las cuentas, las cuales han de elaborarse en los tres meses siguientes a la fecha de finalización del ejercicio (que suele ser, en la gran mayoría de los casos, el 31 de diciembre) y ser aprobadas en los seis siguientes como máximo.
Por ejemplo, y en términos generales, para una entidad que cierra su ejercicio económico el 31 de diciembre los plazos legales son los siguientes:
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- Hasta 31 de marzo, para la elaboración de las cuentas anuales.
- Hasta el 30 de junio, para presentación en la Junta para su aprobación.
- Hasta el 31 de julio, para su depósito en el Registro Mercantil.
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Sin embargo, en algunos casos las fechas pueden ser diferentes.
Es fundamental que en su elaboración se respeten estrictamente los principios y normas establecidos en el Plan General de Contabilidad (PGC). Y tener en cuenta que la correcta presentación, en tiempo y forma, también contribuye a la confianza de los accionistas y a la estabilidad del mercado en general.
Métodos de cálculo del estado de flujos
Para calcular el estado de flujos de efectivo, existen dos métodos principales: el método directo y el método indirecto. Cada uno tiene sus características y se utiliza en diferentes situaciones.
Método directo
El método directo se centra en mostrar de forma clara todas las entradas y salidas de dinero de la empresa. Es decir, detalla los cobros y pagos que se realizan en la actividad operativa. Con este método, puedes ver exactamente de dónde proviene el efectivo, como:
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- Cobros por ventas: dinero recibido de clientes por productos o servicios.
- Pagos a proveedores: dinero pagado a proveedores por materias primas o servicios.
- Salarios: dinero pagado a los empleados.
- Otros gastos operativos: otros desembolsos necesarios para el funcionamiento del negocio.
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Este enfoque brinda una visión detallada de cómo se mueve el efectivo dentro de la empresa.
Método indirecto
El método indirecto, por otro lado, comienza con el resultado neto del ejercicio (ganancia o pérdida) y ajusta ese dato para reflejar los movimientos de efectivo. Esto implica:
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- Eliminar partidas no monetarias, como amortizaciones (gastos que no implican salida de efectivo) y provisiones.
- Ajustar cambios en el capital corriente: por ejemplo, considerar cómo cambian las cuentas por cobrar y por pagar.
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Este sistema es más común, ya que es más fácil de calcular para muchas empresas, pero no proporciona tanto detalle sobre los movimientos específicos de efectivo.
Métodos según el plan contable
El Plan General de Contabilidad (PGC) establece cuándo usar cada método:
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- Actividades de explotación. Para las operaciones normales de la empresa, como ventas y pagos, se debe utilizar el método indirecto. Este método ajusta el resultado contable para llegar a los flujos de efectivo netos de las operaciones, como hemos comentado.
- Actividades de inversión y financiación. Para la compra o venta de activos y la obtención de préstamos, se aplica el método directo. Aquí, se detallan los cobros y pagos relacionados, lo que da una imagen clara de cómo se generan y utilizan los recursos en estas áreas.
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Usar ambos métodos proporciona una visión más completa:
Por un lado, el método indirecto simplifica el análisis de las operaciones cotidianas. Por otro lado, el método directo aporta claridad sobre las decisiones de inversión y financiación, que son especialmente importantes para inversores y analistas externos.
¿Cómo se elabora el estado de flujos de efectivo paso a paso?
Elaborar el estado de flujos de efectivo requiere seguir una serie de pasos que aseguren que se refleje correctamente la variación del efectivo y sus equivalentes.
De dónde se toman los datos
Los datos para elaborar el estado de flujos de efectivo se toman principalmente del balance de situación y de la cuenta de pérdidas y ganancias.
El primero proporciona la información sobre las variaciones en las partidas de activo y pasivo, mientras que el segundo ofrece el desglose de los ingresos y gastos así como el resultado del ejercicio, que es el punto de partida para el cálculo de los flujos operativos.
Estructura
La estructura del estado de flujos de efectivo es la que aparece en el modelo normalizado que contiene el PGC y no se puede alterar. Se divide en tres grandes bloques que corresponden a las diferentes actividades empresariales: explotación, inversión y financiación.
Flujos de efectivo de actividades de explotación (FEAE)
Este bloque incluye los flujos de caja que provienen de las actividades ordinarias de la empresa, es decir, aquellas relacionadas con su operación principal.
Aquí se reflejan cobros por ventas de productos o servicios, así como pagos a proveedores, sueldos de empleados, impuestos, y otros gastos operativos como el alquiler o suministros.
Los FEAE permiten evaluar la capacidad de la empresa para generar efectivo a partir de su actividad diaria y determinar si es autosuficiente para cubrir sus gastos corrientes.
Flujos de efectivo de actividades de inversión (FEAI)
Este bloque muestra los flujos de efectivo vinculados a la adquisición o venta de activos a largo plazo. Incluye pagos relacionados con la compra de material inmovilizado (como maquinaria, edificios o vehículos), así como de activos intangibles o inversiones financieras.
También recoge los cobros procedentes de la venta de estos activos. Los FEAI permiten medir las decisiones de inversión de la empresa y su capacidad para generar crecimiento a largo plazo a través de la compra o venta de activos.
Flujos de efectivo de actividades de financiación (FEAF)
Este apartado recoge los movimientos de efectivo derivados de las actividades de financiación de la empresa, como la obtención de recursos externos o la devolución de los mismos.
Incluye entradas de efectivo procedentes de la emisión de acciones, la obtención de préstamos o la emisión de deuda, y salidas por pagos de dividendos, amortización de deuda o recompra de acciones.
Los FEAF muestran cómo la empresa financia su actividad, tanto a través de recursos propios como de terceros, y su capacidad para gestionar su estructura financiera.
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Ejemplo práctico
A continuación, te proporcionamos un ejemplo práctico sencillo que ayudará a visualizar cómo se elabora un estado de flujos de efectivo paso a paso.
La empresa ABC S.L. es una pequeña empresa que ha preparado su estado de flujos de efectivo correspondiente al ejercicio de 2023.
Con este informe, va a tratar de reflejar cómo se ha generado y utilizado el efectivo a lo largo del año, dividiendo los flujos en tres actividades principales: explotación, inversión y financiación.
El Estado de flujos de efectivo se estructuraría así:
| Concepto | Importe (€) |
| Flujos de efectivo de actividades de explotación | |
| Beneficio neto del ejercicio | 15.000 |
| Ajustes por: | |
| Depreciación de activos | 2.000 |
| Variación en existencias | (1.000) |
| Aumento de cuentas por pagar | 500 |
| Aumento de cuentas por cobrar | (3.000) |
| Flujo neto de efectivo de actividades de explotación | 13.500 |
| Flujos de efectivo de actividades de inversión | |
| Compra de maquinaria | (5.000) |
| Venta de un vehículo | 3.000 |
| Flujo neto de efectivo de actividades de inversión | (2.000) |
| Flujos de efectivo de actividades de financiación | |
| Obtención de un préstamo bancario | 10.000 |
| Pago de dividendos | (2.000) |
| Flujo neto de efectivo de actividades de financiación | 8.000 |
| Aumento (disminución) neto de efectivo | 19.500 |
| Efectivo al inicio del período | 5.000 |
| Efectivo al final del período | 24.500 |
En este ejemplo, podemos ver los siguientes elementos:
Actividades de explotación. Aquí se incluyen las operaciones diarias de la empresa. El beneficio neto es ajustado con elementos no monetarios como la depreciación y cambios en cuentas por cobrar y pagar.
Actividades de inversión. Reflejan la compra de activos (como maquinaria) y la venta de otros activos (como vehículos).
Actividades de financiación. Incluyen transacciones relacionadas con la obtención de recursos financieros, como préstamos, y pagos a los accionistas (dividendos).
Preguntas frecuentes
¿Qué tipos de estados de flujos de efectivo existen?
Solo existe un tipo de estado de flujos de efectivo, basado en un modelo normalizado que se divide en tres partes: actividades de explotación, inversión y financiación.
Estas secciones proporcionan una visión completa del flujo de caja en la empresa.
¿Qué pasa si no se presenta cuando es obligatorio?
Si una empresa está obligada a presentar el estado de flujos de efectivo y no lo hace, se considera que las cuentas anuales están incompletas.
Esto puede acarrear sanciones administrativas, dificultades para acceder a crédito o problemas de transparencia ante inversores y accionistas.
¿Qué cuentas contables se utilizan para elaborar el estado de flujos de efectivo?
Las cuentas contables que se utilizan para elaborarlo son principalmente las del balance, ya que se toma en cuenta la variación de activos y pasivos que afectan al efectivo.
Las principales cuentas son las relacionadas con la tesorería, clientes, proveedores, préstamos e inversiones.
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